Aguirre construirá una nueva autovía que conectará las de Andalucía y Extremadura

La nueva M-410 tendrá 25 kilómetros y un tráfico diario estimado de 12.000 vehículos

La Consejería de Transportes e Infraestructuras ha comenzado los trámites de ocupación de parte de los terrenos por los que discurrirá la nueva autovía M-410, que unirá las autovías de Andalucía (A-4) y Extremadura (A-5). Se trata de una nueva infraestructura de 25 kilómetros de longitud que soportará un tráfico diario estimado de 12.000 vehículos. Según cálculos de la consejería, esta nueva carretera dará servicio a más de 150.000 habitantes del sur de la región. Las obras comenzarán dentro de seis meses y se prevé su finalización para 2007.

El Consejo de Gobierno, presidido por Espera...

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La Consejería de Transportes e Infraestructuras ha comenzado los trámites de ocupación de parte de los terrenos por los que discurrirá la nueva autovía M-410, que unirá las autovías de Andalucía (A-4) y Extremadura (A-5). Se trata de una nueva infraestructura de 25 kilómetros de longitud que soportará un tráfico diario estimado de 12.000 vehículos. Según cálculos de la consejería, esta nueva carretera dará servicio a más de 150.000 habitantes del sur de la región. Las obras comenzarán dentro de seis meses y se prevé su finalización para 2007.

El Consejo de Gobierno, presidido por Esperanza Aguirre, aprobó ayer el inicio de las expropiaciones necesarias para la construcción de una nueva carretera (M-401) que unirá las de Andalucía y Extremadura a la altura de las localidades de Arroyomolinos y Valdemoro.

Según el vicepresidente y portavoz del Gobierno, Ignacio González, ésta es la mayor actuación de Redsur, el plan de carreteras para el sur de la región, una malla de 81 kilómetros de nuevas vías. González explicó que el Gobierno ha aprobado la ocupación de los bienes y derechos afectados por esta nueva vía en el tramo entre la M-413 y la N-401, lo que afecta a los municipios de Moraleja de Enmedio, Humanes y Torrejón de la Calzada.

Según las previsiones del Gobierno, esta nueva carretera será una autovía de cuatro carriles, dos por sentido, y tendrá una longitud de 25 kilómetros. Transcurrirá perpendicularmente a la M-407 (de Leganés al barrio de Loranca, en Fuenlabrada) y "vertebrará gran parte de las comunicaciones del sur de la región".

La nueva vía constituirá una alternativa a la M-506, "ahora bastante saturada debido a la influencia de polígonos industriales existentes en su entorno".

El Consejo de Gobierno ha declarado también la ocupación urgente de terrenos para construir las variantes de Pelayos de la Presa, en la M-501 (la llamada carretera de los pantanos), y Galapagar.

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Las dos obras, cuyo presupuesto asciende a 13,2 millones de euros, forman parte del Plan de Variantes de la Comunidad de Madrid, un proyecto que, según recordó el vicepresidente primero, engloba 11 actuaciones con las que la Comunidad evitará el tráfico rodado que registran, además de Pelayos y Galapagar, municipios como Valdemoro, Perales del Río (barrio de Getafe), San Martín de la Vega, Villanueva del Pardillo, Villanueva de la Cañada, Soto del Real, Morata de Tajuña y Cercedilla.

La variante de la M-501 a su paso por Pelayos de la Presa contribuirá a evitar las retenciones que se producen en la travesía actual, especialmente los fines de semana y en verano. La nueva carretera tendrá una calzada única de 5,4 kilómetros, con dos sentidos de circulación, con conexiones con el núcleo de Pelayos y con la zona del pantano de San Juan.

La variante en Galapagar sacará el tráfico del centro urbano, con una circunvalación por el norte. Serán siete kilómetros de carretera, cuyo presupuesto ascenderá a 2,4 millones.

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