OPINIÓN DEL LECTOR

Isla de incineradoras

En Álava, Navarra, Rioja, Aragón, se están decidiendo por alternativas al tratamiento de residuos sólidos urbanos, que descartan la incineración; alternativas que son respetuosas con la salud de las personas y con el medio ambiente; que son más baratas, compatibles con el crecimiento sostenible, y que potencian el reciclaje.

Por contra, en Guipúzcoa, nos quieren convertir en una isla...una isla de incineradoras.

Mientras la Diputación de Guipúzcoa se decidió por una incineradora para todo nuestro territorio histórico; la mancomunidad de Txingudi insiste en ubicar otra bomba quími...

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En Álava, Navarra, Rioja, Aragón, se están decidiendo por alternativas al tratamiento de residuos sólidos urbanos, que descartan la incineración; alternativas que son respetuosas con la salud de las personas y con el medio ambiente; que son más baratas, compatibles con el crecimiento sostenible, y que potencian el reciclaje.

Por contra, en Guipúzcoa, nos quieren convertir en una isla...una isla de incineradoras.

Mientras la Diputación de Guipúzcoa se decidió por una incineradora para todo nuestro territorio histórico; la mancomunidad de Txingudi insiste en ubicar otra bomba química (incineradora) en nuestra comarca. Resultado: dos incineradoras a 20 Km. de distancia. ¿Alguien puede explicar semejante disparate? En todos los territorios vecinos, antes mencionados -que han apostado por otras alternativas- no tienen oposición a sus planteamientos de tratamiento de las basuras. Por el contrario, aquí, el rechazo a las incineradores, es cada vez más amplio.

Aunque, algunos responsables políticos quieren dar signos de fortaleza; ejemplo: lo acontecido en el pleno de la corporación de Irún, el pasado día 27-10; la realidad es bien tozuda, el proyecto de incineradora cuenta con un, cada vez, mayor rechazo social: baserritarras, médicos, sindicatos, asociaciones de vecinos, Txingudi Bizirik, y sobre todo más de 20.000 firmas contra la incineradora; por los que supone de riesgo para la salud de las personas y para el medio ambiente, y por no ser compatible con el desarrollo sostenible.

La incineradora de Zaldunborda, parece destinada a ser un monumento a la irracionalidad.

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