Seis viajeros muertos y cerca de 150 heridos en un accidente ferroviario en el Reino Unido

Seis personas murieron y cerca de 150 resultaron heridas -11 de ellas de gravedad y otras 25 de carácter leve- en un accidente ferroviario ocurrido ayer pasadas las seis de la tarde (las siete en la España peninsular) en Reading, unos 40 kilómetros al oeste de Londres. El tren, en el que viajaban 300 personas, descarriló casi por completo en una zona muy oscura, en medio de la campiña, al chocar con un automóvil en un paso a nivel automático con barreras. La policía no descarta que fuera provocado por el conductor del vehículo con la intención de suicidarse.

Las patrullas policiales, qu...

Seis personas murieron y cerca de 150 resultaron heridas -11 de ellas de gravedad y otras 25 de carácter leve- en un accidente ferroviario ocurrido ayer pasadas las seis de la tarde (las siete en la España peninsular) en Reading, unos 40 kilómetros al oeste de Londres. El tren, en el que viajaban 300 personas, descarriló casi por completo en una zona muy oscura, en medio de la campiña, al chocar con un automóvil en un paso a nivel automático con barreras. La policía no descarta que fuera provocado por el conductor del vehículo con la intención de suicidarse.

Las patrullas policiales, que acordonaron un perímetro de varios kilómetros, buscaban a pasajeros que pudieran encontrarse vagando desconcertados por el impacto del accidente.

El número de heridos superó el centenar y medio de personas aunque sólo 36 seguían anoche hospitalizadas. De ellas, 11 sufrían heridas muy graves.

El ferrocarril siniestrado era un tren rápido de la First Great Western que había salido de la estación de Paddington, en Londres, a las 17.35 con destino a Plymouth. Algunas fuentes señalaban que el tren viajaba a unos 150 kilómetros por hora poco antes del impacto. John Saunders, un reportero de BBC Radio 5 que viajaba en el tren, relató el caos que se originó en el momento del choque. "De repente el tren empezó a frenar de golpe y pensé que alguien había pulsado la parada de emergencia. El tren se paró con gran violencia y las luces se apagaron en medio de un gran chirrido; se escuchaba el vocerío de la gente en una oscuridad negra como el betún y por unos instantes reinó un caos absoluto. Olía a gasolina y la gente intentaba alejarse por miedo a una explosión".