La avería de un autobús vuelve a colapsar el carril bus-VAO
Centenares de pasajeros tuvieron que ir a pie hasta Moncloa
El carril bus-VAO de la autovía de A Coruña (A-6), destinado al transporte público y a los turismos con dos o más ocupantes, se convirtió ayer de nuevo en una trampa para centenares de viajeros. La avería de un autobús obligó a cerrar el tramo final de este carril, lo que se tradujo en grandes atascos de entrada a la capital. Los afectados tuvieron que ir andando hasta el intercambiador de Moncloa.
La historia se repite con carácter cíclico. La avería de ayer se produjo sobre las 8.40, cuando un autobús de línea regular se quedó averiado a la altura del kilómetro 5 del carril bus-VAO, j...
El carril bus-VAO de la autovía de A Coruña (A-6), destinado al transporte público y a los turismos con dos o más ocupantes, se convirtió ayer de nuevo en una trampa para centenares de viajeros. La avería de un autobús obligó a cerrar el tramo final de este carril, lo que se tradujo en grandes atascos de entrada a la capital. Los afectados tuvieron que ir andando hasta el intercambiador de Moncloa.
La historia se repite con carácter cíclico. La avería de ayer se produjo sobre las 8.40, cuando un autobús de línea regular se quedó averiado a la altura del kilómetro 5 del carril bus-VAO, junto a la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense. Detrás de él se quedaron atrapados otros 20 autocares que iban a esas horas repletos de viajeros procedentes de municipios como Majadahonda, Las Rozas o Pozuelo de Alarcón, entre otras localidades.
La Guardia Civil cortó en menos de cinco minutos el paso del carril a la altura del kilómetro 7, por lo que el resto de vehículos tuvieron que salirse hacia los carriles de la superficie. Este hecho agravó los problemas de tráfico en plena hora punta, según la Dirección General de Tráfico (DGT). Ese punto registró unos 15 kilómetros de atascos.
Parte de los autobuses que se quedaron atrapados pudieron salir de la ratonera en que se convirtió el carril especial gracias a que los separadores que había en ese lugar eran de plástico. Pudieron ser movidos por los afectados y un total de 16 autocares abandonó esta vía.
Los cuatro restantes dieron marcha atrás hasta el hueco abierto en los separadores. Eso sí, los pasajeros, que ya se habían bajado de los vehículos, tuvieron que ir a pie hasta la multiestación de Moncloa. A esas horas llovía copiosamente en la capital. Algunos viajeros eran recogidos por otros autocares que cubrían las mismas líneas. Otros, por el contrario, tuvieron que recorrer andando los dos kilómetros que separan el lugar de la avería y el intercambiador.
La avería del autobús obligó a mantener cortado el carril hasta las 10.00, cuando mecánicos de la empresa lograron reparar el motor, según la DGT.
La última avería de un autocar dentro del bus-VAO se produjo el pasado 5 de marzo, junto al Arco del Triunfo. En aquel entonces el problema quedó solucionado en 20 minutos, lo que redujo en gran parte los problemas. Hace hoy un año, el 5 de noviembre de 2003, un choque de dos vehículos y otra avería de un autocar colapsaron este carril durante una hora y media. Y la historia se ha repetido desde enero de 2002 en otras cinco ocasiones más.
La autovía de A Coruña no fue la única que sufrió retenciones kilométricas de entrada a la capital. La lluvia que descargó durante las primeras horas de la mañana en la capital produjeron largos atascos por todas las vías de acceso. La peor parte se la llevó la vía de circunvalación M-40, que sufrió tráfico muy lento en más siete puntos distintos, lo que se tradujo en 38 kilómetros de parones continuos. Los túneles de El Pardo cosecharon 15 kilómetros de atascos, mientras que la circulación a la altura de Mercamadrid soportó más de cinco kilómetros de retenciones.
La autovía de Burgos (A-1) soportó 12 kilómetros de retenciones en Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, mientras que la de Barcelona (A-2) tenía seis kilómetros de tráfico lento en la entrada a la capital y otros cinco en San Fernando de Henares. La carretera de Colmenar (M-607) sufrió atascos en 10 kilómetros a la altura de Tres Cantos, mientras que la autovía de Toledo (A-42) acumuló 11 kilómetros en distintos puntos.
Atascos en Alcalá
La fuerte lluvia que cayó por la tarde en Alcalá de Henares y varios accidentes causaron fuertes retenciones en la A-2 de 10 kilómetros en los carriles de entrada a Madrid y de tres kilómetros en los de salida de la capital.
Según una portavoz de Emergencias 112, el accidente más grave se produjo sobre las 17.00 en el kilómetro 28 al volcar un camión que transportaba áridos. El conductor del camión, de 42 años, fue rescatado por los bomberos de la Comunidad de Madrid tras quedar atrapado en el interior de la cabina y fue trasladado por una UVI móvil del Summa al hospital La Paz
Rescate en la Pedriza
Los efectos de las inclemencias invernales ya están dejando sentir en la sierra. El grupo especial de rescate en montaña (Gera) de los bomberos de la Comunidad de Madrid rescató a las dos de la madrugada de ayer a un grupo de cinco montañeros, que había avisado desde su teléfono móvil que se había perdido en la Pedriza, en la cuenca alta del Manzanares, según informó un portavoz de Emergencias 112.
El grupo, compuesto por tres chicas y dos chicos, dio un primer aviso a las 21.10 del miércoles y señaló que se encontraba perdido entre los parajes de El Yelmo y Cantacochinos.
Después de tres horas de búsqueda fueron localizados en esa zona sobre las 0.30. Tras una hora y media de descenso, el equipo de rescate y los cinco jóvenes llegaron de nuevo a Cantocochinos, donde los excursionistas tenían sus vehículos estacionados.