Otro puente negro
El pasado puente de Todos los Santos ha significado otro punto negro en el cáncer de la carretera en España: 47 muertos, 5 más que el año anterior. Las causas son fundamentalmente las de siempre: velocidad excesiva, falta de concentración, exceso de alcohol... Y la mayoría de las víctimas, desgraciadamente, también las mismas: jóvenes entre 18 y 25 años. Menos mal que la estadística en lo que va de año indica una leve mejora, lo que demuestra una mayor conciencia ciudadana ante este grave problema, al tiempo que todo está ya dispuesto para que el nuevo carné de conducir, aprobado el mes pasado...
El pasado puente de Todos los Santos ha significado otro punto negro en el cáncer de la carretera en España: 47 muertos, 5 más que el año anterior. Las causas son fundamentalmente las de siempre: velocidad excesiva, falta de concentración, exceso de alcohol... Y la mayoría de las víctimas, desgraciadamente, también las mismas: jóvenes entre 18 y 25 años. Menos mal que la estadística en lo que va de año indica una leve mejora, lo que demuestra una mayor conciencia ciudadana ante este grave problema, al tiempo que todo está ya dispuesto para que el nuevo carné de conducir, aprobado el mes pasado por el Gobierno, empiece a funcionar a partir del próximo verano.
Según los últimos datos facilitados ayer por la Dirección General de Tráfico, los accidentes con víctimas en las carreteras españolas han descendido en un 10,05% entre enero y octubre de este año y en un 10,7% el de muertos. Durante estos últimos 10 meses fallecieron 2.991 personas, 358 menos que en ese mismo periodo el año anterior. Esa tendencia ya quedó marcada este verano, que es el momento crítico por la afluencia de tráfico debido a las vacaciones. El número de muertos disminuyó un 16,8% en julio y agosto. Son porcentajes que insuflan cierta esperanza en un país donde la carretera se cobra cerca de 5.000 víctimas mortales cada año.
Uno de los factores que han facilitado la reducción de accidentes ha sido la salida escalonada en los desplazamientos. En cualquier caso, no debería bajarse la guardia en el incremento de los controles de alcoholemia y velocidad. Son buenas también las campañas de sensibilización del conductor. No es necesario recurrir a anuncios truculentos en televisión. Quizás hayan tenido más impacto psicológico esos carteles que aparecen en los paneles electrónicos de las autopistas y autovías. La introducción del carné por puntos, que tanto éxito ha tenido en países vecinos, como Francia e Italia, debería servir como otro elemento más de prevención. El Gobierno estima que con el nuevo carné el número de accidentes pueda reducirse en un 40% en cinco años.
Ojalá.