El Muvim construye su identidad como centro de la cultura moderna en torno a su biblioteca

El centro cuenta con 20.000 libros y numerosas ediciones históricas

El Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (Muvim) sigue siendo, tres años después de su apertura, un edificio en busca de su identidad. La diferencia es que ahora cuenta con un plan. La nueva dirección, vistas las limitaciones presupuestarias, ha decidido fiar en su biblioteca su propio sentido como museo y centro de investigación. Son 20.000 ejemplares vinculados a la Ilustración entre los que destacan ediciones históricas de obras como la Constitución francesa de 1793 y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

El director del Muvim, Román de la Cal...

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El Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (Muvim) sigue siendo, tres años después de su apertura, un edificio en busca de su identidad. La diferencia es que ahora cuenta con un plan. La nueva dirección, vistas las limitaciones presupuestarias, ha decidido fiar en su biblioteca su propio sentido como museo y centro de investigación. Son 20.000 ejemplares vinculados a la Ilustración entre los que destacan ediciones históricas de obras como la Constitución francesa de 1793 y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

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El director del Muvim, Román de la Calle, lo reconoce abiertamente: "No tiene sentido que nos dediquemos a comprar cuadros del siglo XVIII, que son caros y abundan en instituciones como la Real Academia de San Carlos, cuando podemos llegar a acuerdos de cesión temporal. Con ese dinero pueden comprarse muchísimos libros".

La biblioteca, abierta a investigadores y curiosos, arranca con 20.000 obras que abarcan los siglos XVIII, XIX y XX. Presta una atención especial a la ilustración y parte de un "sesgo": "el homenaje callado" de sus promotores hacia "las personas que más han hecho por las afirmaciones de los derechos individuales y colectivos".

El núcleo duro tiene cuatro líneas argumentales. La primera es la del absolutismo, y la integran ejemplares como la Novísima recopilación de las leyes de España (en edición de 1804), o el Índice último de libros prohibidos (edición de 1790).

La segunda son las piezas fundamentales del pensamiento ilustrado: el Tratado sobre la tolerancia (de 1793), de Voltaire; El espíritu de las leyes (de 1753), de Montesquieu, o la segunda edición de la Crítica de la razón pura (de 1787), corregida por el propio Kant.

El combate teórico entre revolucionarios y reaccionarios, tercer apartado, está representado por obras con títulos tan expresivos como la Vindicación de los derechos de la mujer (de 1793), de Mary Wollstonecraft, La bestia de las siete cabezas y diez cuernos o Napoleón, (editada en Málaga, en 1808), o Preservativo contra la irreligión (de 1812), de Fray Rafael de Vélez.

El pensamiento liberal y conservador de la primera mitad del XIX, con un ejemplar de la Constitución de 1812 editada durante el trienio liberal, completa el armazón del nuevo Muvim.

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