Crítica:MOTOS | Aprilia RSV 1000 R | PRUEBA

Deportividad funcional

La Aprilia RSV 1000 R ofrece prestaciones elevadas, pero admite también el uso diario

CON LA RSV 1000 R, Aprilia propone una moto para los amantes de la conducción deportiva que no buscan el carácter radical de las ultradeportivas actuales. Tiene un precio de 13.860 euros y, aunque exige aceptar las limitaciones que implican siempre las motos superdeportivas, destaca por su polivalencia de uso: está pensada para poder disfrutarla todos los días sin tener que llevar mono de cuero, rodilleras y guantes de competición.

La nueva Aprilia, que incluye la denominación Mille en referencia a su cilindrada, tiene unas dimensiones más generosas que la mayoría de sus competidoras y ...

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CON LA RSV 1000 R, Aprilia propone una moto para los amantes de la conducción deportiva que no buscan el carácter radical de las ultradeportivas actuales. Tiene un precio de 13.860 euros y, aunque exige aceptar las limitaciones que implican siempre las motos superdeportivas, destaca por su polivalencia de uso: está pensada para poder disfrutarla todos los días sin tener que llevar mono de cuero, rodilleras y guantes de competición.

La nueva Aprilia, que incluye la denominación Mille en referencia a su cilindrada, tiene unas dimensiones más generosas que la mayoría de sus competidoras y resulta también más confortable: el carenado protege mejor al piloto y al pasajero. Además presenta una estética más sugerente que la de la versión anterior, con quien comparte la base mecánica. El frontal, muy conseguido, incorpora dos faros rasgados a los lados y una espectacular toma dinámica de aire en el centro que mejora la alimentación. Pero el diseño italiano ha perfilado también con gran maestría el depósito y el conjunto asiento-colín. Y como colofón presenta una calidad de terminación y materiales notable.

- MOTOR EN V

Aprilia sigue confiando en su excelente motor bicilíndrico en V a 60º para equipar sus motos de alta cilindrada. En este modelo monta una versión actualizada que rinde 130 CV a 9.500 revoluciones, pero lo importante es que entrega la potencia de forma progresiva: responde con mucha contundencia desde bajo y medio régimen y se estira con brillantez hasta la zona superior del cuentavueltas. El cambio de seis velocidades incluye un accionamiento suave y preciso, y la transmisión final es por cadena. El bastidor tampoco ha cambiado su estructura de doble viga con el basculante -que, por cierto, tiene unas formas preciosas para dejar paso al escape- construido todo en aluminio. En cuanto a las suspensiones, sigue la tendencia actual, emplea una horquilla invertida multirregulable de 43 milímetros en el tren delantero y un monoamortiguador progresivo en el eje trasero. En los frenos hay novedades, pues los dos discos delanteros son de 320 mm con pinzas de cuatro pistones de anclaje radial y un más convencional disco trasero de 220 mm con pinza de simple pistón.

- FÁCIL Y EFICAZ

El diseño del motor formando una V estrecha de 60º unido al chasis de doble viga permiten a la RSV 1000 R llevar los pesos muy centrados y próximos al centro de gravedad, lo que favorece un comportamiento muy ágil y neutro. Es una moto bastante espaciosa para tratarse de una deportiva, y ofrece una conducción cómoda y apta para todas las tallas, con una cúpula y un carenado que protegen lo suficiente. El motor ayuda mucho con su buena respuesta a cualquier régimen y aporta sensaciones fuertes y altas prestaciones. Pero, a pesar de sus imponentes argumentos (130 CV, más de 270 km/h. y 200 kilos de peso), esta RSV es una deportiva polivalente que no aspira a competir de forma directa con sus rivales japonesas de última generación (más de 170 CV y 180 kilos).

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La configuración y características de la RSV 1000 R Mille convierten a esta moto en una deportiva fácil de conducir, relativamente cómoda para viajar y con un comportamiento eficaz. Una buena alternativa para quienes quieren lucir su inconfundible sello italiano sin padecer soluciones radicales.

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