La incidencia en la puntualidad de los autobuses es aún mínima

El concejal responsable de Movilidad, Pedro Calvo, sostiene que los primeros datos sobre la incidencia del separador del carril-bus en los tramos de calles en los que se ha instalado apuntan una "buena tendencia". La comparación de los índices de puntualidad de 31 líneas de autobuses registrados el pasado septiembre frente a los del mismo mes de 2003 arroja los siguientes datos: 22 líneas aumentaron su puntualidad y 9 la redujeron.

En ambos casos las variaciones son mínimas, la mayoría menores del 1%, aunque hay tres líneas que han aumentado más de un 10% su regularidad (la 54 y la 57, ...

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El concejal responsable de Movilidad, Pedro Calvo, sostiene que los primeros datos sobre la incidencia del separador del carril-bus en los tramos de calles en los que se ha instalado apuntan una "buena tendencia". La comparación de los índices de puntualidad de 31 líneas de autobuses registrados el pasado septiembre frente a los del mismo mes de 2003 arroja los siguientes datos: 22 líneas aumentaron su puntualidad y 9 la redujeron.

En ambos casos las variaciones son mínimas, la mayoría menores del 1%, aunque hay tres líneas que han aumentado más de un 10% su regularidad (la 54 y la 57, en el tramo de Ciudad de Barcelona, y la 51 en Serrano) y otras tres que la han empeorado entre un 2% y un 5,5% (la 16 y la 74, en el eje de Serrano, y la 69 en la Cuesta de San Vicente).

Los técnicos municipales señalan que, en cualquier caso, es muy pronto para hacer comparaciones. Primero, porque el bordillo-bus lleva sólo tres meses de rodaje y uno de ellos fue agosto, con Madrid vacío de coches. Segundo, porque "los datos de septiembre, en cuya primera quincena no hay todavía clases en los colegios, no son significativos".

Estética

Calvo admite que a mucha gente el separador del carril-bus le resulta poco estético. "Pero la elección de este modelo se ha basado en criterios técnicos y de seguridad. Si fuera más bajo, los vehículos podrían pasar por encima; y si tuviera un color más discreto, no lo verían y se estamparían contra él. Es mejor acostumbrarse y pensar que es una señal viaria como cualquier otra. Los ojos de gato [luces incrustadas en el pavimento que señalaban el límite del carril-bus] podían ser más bonitos, pero nadie los respetaba", razona el edil.

Pese a todo, el departamento de Movilidad está estudiando cambiar el material del bordillo a fin de hacerlo más resistente para reducir los daños.

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