Tribuna:

Con rumbo propio

La revalorización que están teniendo en 2004 los fondos de renta variable que invierten en empresas japonesas de pequeña capitalización es una de las más llamativas del año. El promedio, desde el 31 de diciembre pasado, es del 17%. Resulta sorprendente una rentabilidad tan elevada cuando la de la generalidad de los fondos de renta variable japonesa no supera, de media, el 3,27%.

Fenómeno tan llamativo no ha pasado desapercibido entre las empresas pequeñas de otros países que buscan mercados diferentes del suyo natural en los que poder atraer capitales nuevos y, también, ampliar su base ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La revalorización que están teniendo en 2004 los fondos de renta variable que invierten en empresas japonesas de pequeña capitalización es una de las más llamativas del año. El promedio, desde el 31 de diciembre pasado, es del 17%. Resulta sorprendente una rentabilidad tan elevada cuando la de la generalidad de los fondos de renta variable japonesa no supera, de media, el 3,27%.

Fenómeno tan llamativo no ha pasado desapercibido entre las empresas pequeñas de otros países que buscan mercados diferentes del suyo natural en los que poder atraer capitales nuevos y, también, ampliar su base de inversores.

De ahí que esté empezando a revitalizarse en Japón un segmento de la Bolsa de Tokio dedicado a empresas extranjeras de baja capitalización que permanecía prácticamente olvidado desde que pinchara la burbuja bursátil e inmobiliaria japonesa, algo que ocurrió justo diez años antes de que lo hiciera la tecnológica en Occidente.

Empresas norteamericanas y de diferentes países asiáticos están haciendo, pues, cola para iniciar la cotización de sus acciones en este mercado. Parece, por tanto, que los fondos de empresas japonesas de pequeña capitalización pertenecen al privilegiado grupo de los que están consiguiendo escapar al signo común de los mercados de renta variable este año: rentabilidades que van y vienen, crecen y decrecen sin aparente dirección ni consolidación alguna. Con ellos, también los de pequeñas empresas europeas están entre los de mejor trayectoria anual.

A pesar de lo dicho, los que este año son fondos afortunados no han podido sustraerse al destino común de los fondos de renta variable japonesa que, para los últimos cinco años, aún están acumulando una pérdida anual media de 6,6%, si son de empresas pequeñas, y de 10,25% si en su cartera tienen valores de todo tipo.

El futuro de los fondos de renta variable japonesa está ligado, como no podría ser de otra forma, al de la economía. La fuerza que ha mostrado recientemente la economía japonesa se apoya en la demanda exterior, que ha provocado un nivel récord de exportaciones en el mes de septiembre. De esas exportaciones, una cifra también récord se ha dirigido hacia otros países asiáticos.

Por eso, las autoridades japonesas están viendo con aprensión creciente la depreciación que ha tenido el dólar frente al yen en las últimas semanas, algo que debilita la competitividad de sus productos, no sólo frente a los estadounidenses, sino respecto a los de China. No sería, pues, extraño que en las próximas semanas, de persistir la tendencia, volvieran las autoridades japonesas a intervenir en los mercados de cambio en apoyo del dólar.

Juan Ignacio Crespo es director general de Finanduero

Archivado En