CRISIS ENERGÉTICA

La UE fracasa en su intento de pactar una reacción común al encarecimiento del crudo

Solbes señala que España puede crecer entre el 2,3% y el 2,8% en 2005, menos de lo previsto

Los ministros de Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) y de la UE (Ecofin) no han logrado pactar una reacción común frente a un alza del precio del petróleo que amenaza con rebajar el ya tenue repunte económico en Europa. Francia propuso unilateralmente rebajar los impuestos sobre los carburantes, una tesis rechazada de inmediato por Alemania, España y Holanda, el país que ahora preside la UE. El vicepresidente español, Pedro Solbes, asumió que España crecerá menos en 2005 a causa del crudo y especuló en tono coloquial con una amplia horquilla ("entre 2,3%, 2,5% o 2,8%") en lugar del 3% previsto...

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Los ministros de Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) y de la UE (Ecofin) no han logrado pactar una reacción común frente a un alza del precio del petróleo que amenaza con rebajar el ya tenue repunte económico en Europa. Francia propuso unilateralmente rebajar los impuestos sobre los carburantes, una tesis rechazada de inmediato por Alemania, España y Holanda, el país que ahora preside la UE. El vicepresidente español, Pedro Solbes, asumió que España crecerá menos en 2005 a causa del crudo y especuló en tono coloquial con una amplia horquilla ("entre 2,3%, 2,5% o 2,8%") en lugar del 3% previsto.

Como en todas las reuniones del Ecofin a las que asiste desde el pasado junio, el ministro francés de Finanzas, Nicolas Sarkozy, ejerció el papel de provocador. En junio lo hizo para exigir más coordinación. Ayer, para eludir esa coordinación. Sarkozy ha anunciado ya una posible rebaja de impuestos sobre los carburantes en Francia, exactamente lo contrario que lo pactado por el Ecofin en junio.

Sarkozy defendió que su iniciativa se convierta en acción coordinada a favor de un ajuste fiscal "a escala europea". Si no, París seguirá adelante por su cuenta. O sea, por las buenas o por las malas. "No nos pueden negar que podamos tener el mismo nivel impositivo que ellos", argumentó Sarkozy al recordar que Francia ejerce mayor presión fiscal energética que la mayoría de países de la Unión.

El argumento no convenció a nadie. El holandés Gerrit Zalm, presidente del Ecofin, declaró en la madrugada de ayer: "Ha habido una dura discusión porque en junio acordamos que no habría medidas unilaterales y, pese a ello, vemos que un país toma medidas de naturaleza unilateral". El alemán Hans Eichel afirmó que las bajadas unilaterales de impuestos crean "distorsiones en la competencia". "La posición mayoritaria", explicó el vicepresidente español, "es que los problemas no se resolverán tocando los impuestos". El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, también insistió en la necesidad de tener una "coordinación previa antes de cualquier iniciativa". La Comisión presentará al Ecofin el mes próximo un plan con propuestas.

Sarkozy comentó después que, en efecto, su plan había sido contestado sobre todo "por los socialistas españoles y alemanes". Al recordarle que fue otro ministro francés de Finanzas (el socialista Laurent Fabius) quien, en el otoño de 2000, también bajó unilateralmente los impuestos sobre el gasóleo pese a la dura protesta de sus colegas, Sarkozy respondió: "Fabius tomó la decisión él solo, sin siquiera hablar con sus colegas. No fue ése su último error".

Soluciones sectoriales

Solbes asume que hay que "buscar soluciones" para los sectores más afectados, pero siempre "respetando los compromisos comunitarios". Por eso, el Gobierno español no pretende modificar la fiscalidad de la energía, sino unas mejoras para agricultores o ganaderos por vía del impuesto sobre la renta. Para Solbes, son los sectores que emplean productos energéticos los que deben asumir las repercusiones del alza de precios sin trasladar el problema a todos los consumidores con la consiguiente distorsión de precios. Por todo ello, no se plantea una reducción de impuestos a favor de los transportistas en los carburantes.

En todo caso, los ministros consideran que los elevados precios del crudo afectarán al crecimiento de Europa, como asumió el miércoles Almunia, y al de España en concreto, como indicó Solbes. "El impacto es perfectamente asumible", explicó el vicepresidente. Solbes especuló que, dependiendo de la evolución de los precios en los próximos meses, el crecimiento de España para el año que viene podría oscilar entre "el 2,3%, 2,5% o 2,8%". El vicepresidente ya reconoció el martes que el objetivo de crecer al 3% el año que viene, como había previsto en junio el Gobierno, parecía ya "más lejano". [En un comunicado posterior, el Ministerio de Economía precisó que mantiene la previsión del 3%.]

De otro lado, y como era previsible, los ministros, y especialmente los de los grandes países, recogieron con recelo la propuesta de Almunia para que Eurostat (la oficina estadística de la UE) pueda auditar las cuentas de los Estados. "Yo ya tengo mi propio instituto nacional de estadística, que funciona muy bien", argumentó el francés Sarkozy en línea con otro comentario del alemán Eichel. "En la buena gestión, vais a ser los únicos referentes en Europa", bromeó Almunia, según personas asistentes al debate. Al término del Ecofin, el holandés Zalm reconoció que cuatro países de la eurozona (Alemania, Italia, Portugal y Grecia) corren riesgo de acabar el año que viene con un déficit público superior al 3% fijado como límite.

El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia (izquierda), con el presidente de la Comisión, Romano Prodi.AP

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