El portero acusado de matar a un angoleño en Alcorcón se declara inocente
Un jurado juzga desde ayer en la Audiencia de Madrid el crimen del inmigrante angoleño Ndombele Augusto Domínguez, de 16 años, ocurrida el 20 de julio de 2002 en los aledaños de una discoteca de la zona de copas de Costa Polvoranca (Alcorcón). El acusado, José David Fuertes Sánchez, de 26 años, portero y vigilante jurado de la discoteca Inn, se declaró inocente y culpó de la muerte a Pablo G. S., un "conocido" suyo que se suicidó dos días después del crimen.
En el juicio se está discutiendo la autoría de la muerte y, como sostienen las acusaciones, si medió en él un móvil racista. La fi...
Un jurado juzga desde ayer en la Audiencia de Madrid el crimen del inmigrante angoleño Ndombele Augusto Domínguez, de 16 años, ocurrida el 20 de julio de 2002 en los aledaños de una discoteca de la zona de copas de Costa Polvoranca (Alcorcón). El acusado, José David Fuertes Sánchez, de 26 años, portero y vigilante jurado de la discoteca Inn, se declaró inocente y culpó de la muerte a Pablo G. S., un "conocido" suyo que se suicidó dos días después del crimen.
En el juicio se está discutiendo la autoría de la muerte y, como sostienen las acusaciones, si medió en él un móvil racista. La fiscal del caso, Carmen Gil, descarta tal móvil y cree que los hechos fueron un homicidio "totalmente injustificado". Mirando a los miembros del jurado, la fiscal pidió que no juzgasen en este proceso "a la víctima, puesto que ya no puede hablar y está muerta". Los padres y hermanos de Ndombele están asistiendo al juicio desde el primer día. "Tenía siete hijos, pero ya me quedan seis", declaró ayer la madre, que pide justicia. La familia, convencida de que hay un móvil racista, no acierta a comprender cómo el fiscal pide sólo 13 años para el acusado de matar a su hijo y que un amigo de la familia -"angoleño, como nosotros", dicen- fuese condenado a 13 años "por darle puñetazos a su esposa, que está viva y es blanca".