La delincuencia bajó un 2,12% en los primeros nueve meses de 2004

Los seis primeros meses del año dieron un respiro a las autoridades policiales. Los datos del semestre que va de enero a junio reflejan un descenso generalizado en las infracciones penales (delitos más faltas) del 2,58% con respecto al mismo periodo de 2003, ya que el Ministerio del Interior tiene registradas 1.106.294 denuncias ante el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil. No obstante, la tendencia se ha torcido ligeramente en los tres meses siguientes, ya que la bajada entre enero y septiembre se ha quedado en el 2,12%, según datos de Interior.

Todos los capítulos han descend...

Los seis primeros meses del año dieron un respiro a las autoridades policiales. Los datos del semestre que va de enero a junio reflejan un descenso generalizado en las infracciones penales (delitos más faltas) del 2,58% con respecto al mismo periodo de 2003, ya que el Ministerio del Interior tiene registradas 1.106.294 denuncias ante el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil. No obstante, la tendencia se ha torcido ligeramente en los tres meses siguientes, ya que la bajada entre enero y septiembre se ha quedado en el 2,12%, según datos de Interior.

Los homicidios dolosos y los asesinatos se redujeron un 8,46%, y los robos, un 8,47%

Todos los capítulos han descendido en mayor o menor medida, salvo los delitos contra la libertad sexual y contra el medio ambiente, que se han incrementado un 7,36% y un 25,81% respectivamente, en comparación con el mismo periodo del año anterior. El mayor descenso dentro de la tasa de criminalidad lo ha cosechado el capítulo de la seguridad en el tráfico, que ha descendido un 11,48%. Le siguen los delitos contra el patrimonio (los robos en todas sus modalidades), con un 8,47% y los homicidios dolosos y los asesinatos (los delitos que mayor alarma social causan en la población), con un 8,46%.

La tendencia a la baja de la criminalidad de los primeros seis meses se vio ligeramente torcida en los meses de verano, en los que, tradicionalmente, se cometen más delitos, tanto en los lugares de mayor concentración de ciudadanos por las vacaciones como en las ciudades, que se vacían. El descenso del 2,58% se quedó en el 2,12%, según explicó el ministro del Interior, José Antonio Alonso, el jueves pasado durante su intervención en el llamado Forum Europa.

Las discrepancias entre los sindicatos mayoritarios del Cuerpo Nacional de Policía a la hora de valorar estos datos sobre la evolución de la criminalidad son palpables. La central mayoritaria, el Sindicato Unificado de Policía (SUP), se muestra escéptica y pide prudencia a la hora de analizar los datos del Ministerio del Interior.

"Estos datos sólo se corresponden con los ciclos que el Instituto de Estudios de Seguridad [entidad dependiente del SUP] lleva efectuando desde 1984. No se han producido hechos fundamentales o cambios dentro del cuerpo que justifiquen esta mejoría", señaló el secretario general del SUP, José Manuel Sánchez Fornet. Éste pidió que se reestructure el cuerpo, de forma que no exista "el derroche de personal" que se está produciendo en la actualidad.

"Tampoco se nos puede olvidar que este descenso ya comenzó en los últimos meses del año pasado, cuando era ministro del Interior, Ángel Acebes. Ese fue el inicio de esa tendencia que no sabemos durante cuánto tiempo se va a poder mantener", añade Sánchez Fornet.

La Confederación Española de Policía (CEP) y la Unión Federal de la Policía (UFP) apuntan al mayor incremento de las plantillas que se ha producido en los últimos meses. "Es lógico que se haya empezado a notar un descenso generalizado en la delincuencia, ya que la policía está empezando a contar con más efectivos. La mayor presencia policial reduce el número de delitos, porque los delincuentes se lo piensan a la hora de robar o de estafar a alguien", señala el portavoz de la CEP, Isidoro Zamorano.

También es cierto que las nuevas medidas de incremento de personal adoptadas por el Gobierno se han visto acompañadas de una reducción del pase a segunda actividad (especie de prejubilación) de los agentes: en lugar de pasar a esta especie de reserva a los 55 años lo hacen a los 58, y esto se traduce en un incremento de agentes de la escala básica.

"Ahora sólo hace faltan que incentiven a los policías, lo que redundará en una mayor eficacia policial. Los funcionarios están convencidos de que llegan tiempos prósperos para el cuerpo", añade el secretario general de la UFP, José Luis Morán. "También es cierto que algunas jefaturas superiores de algunas comunidades autónomas, como Baleares, Madrid o Levante, tenían unos niveles de delincuencia muy altos y ya era imposible que subieran más. La consecuencia fundamental era que comenzaran a bajar", añade Morán.

El incremento de las denuncias contra la libertad sexual era "previsible", según la mayoría de los consultados. La entrada en vigor de la reformas del Código Penal y el hecho de que las mujeres decidan acabar con situaciones de malos tratos ha motivado este incremento. Según Zamorano, la gráfica de los delitos sexuales tiene un poco de dientes de sierra. Crece y baja de forma más o menos regular, aunque en los últimos años se ha vivido un incremento continuado. "La mujer en general quiere acabar con la situación de opresión y de violencia que sufre en muchos casos de los propios familiares y de los extraños", añade el portavoz del CEP.

Igual ocurre con los delitos contra el Medio Ambiente, una competencia que recae directamente en la Guardia Civil. La mayor conciencia ecológica ha determinado que los ciudadanos acudan a un cuartel para denunciar delitos contra la fauna o los animales. "No significa que ahora se atente más contra el medio ambiente", concluyen fuentes de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC).

Interior se ha embarcado en la puesta en marcha de una serie de medidas para corregir la evolución de la delincuencia, entre ellas el dotar adecuadamente las plantillas de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía, que tienen mermadas sus plantillas en un 20%. El Ministerio quiere, además, una mayor implicación de las policías locales en la lucha contra el delito. La idea es que sigan dependiendo orgánicamente de los ayuntamientos, pero que funcionalmente lo sean de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.