Coves asegura que las grandes obras hidráulicas pertenecen al pasado y que el agua se encarecerá
Medio Ambiente creará la Agencia Andaluza del Agua para gestionar las competencias
La consejera de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Fuensanta Coves, aseguró ayer en Málaga que "las grandes obras hidráulicas pertenecen al pasado". Coves apostó por fomentar el ahorro de agua y afirmó que el precio del agua subirá para asumir los costes de las infraestructuras. Además anunció que la Junta creará la Agencia Andaluza del Agua para gestionar las competencias en materia de agua que actualmente tiene el Ministerio de Medio Ambiente y que la Junta recibirá en 2005. Coves afirmó que desarrollará una política del agua "netamente andaluza".
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La consejera de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Fuensanta Coves, aseguró ayer en Málaga que "las grandes obras hidráulicas pertenecen al pasado". Coves apostó por fomentar el ahorro de agua y afirmó que el precio del agua subirá para asumir los costes de las infraestructuras. Además anunció que la Junta creará la Agencia Andaluza del Agua para gestionar las competencias en materia de agua que actualmente tiene el Ministerio de Medio Ambiente y que la Junta recibirá en 2005. Coves afirmó que desarrollará una política del agua "netamente andaluza".
La consejera participó brevemente en una jornada sobre la llamada nueva cultura del agua. Ante un auditorio semivacío (al acto acudieron unas 20 personas), Coves prologó la conferencia del presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Pedro Arrojo. Al acto también acudió la rectora de la Universidad de Málaga, Adelaida de la Calle, que destacó la necesidad de que la universidad participe y acoja los debates de actualidad.
La consejera aseguró que hasta ahora "el problema del agua se ha abordado desde el punto de vista de la ingeniería y la economía pero no desde la sostenibilidad". Coves afirmó que Andalucía "ha tocado techo en la regulación de sus cursos fluviales".
La consejera añadió que actualmente "no hay lugar para las obras faraónicas planteadas desde la premisa de que un cauce es un enemigo". La referencia iba destinada al llamado Plan Guadalmedina que defiende el Partido Popular y cuyo objetivo es soterrar el cauce de río Guadalmedina a su paso por Málaga y desviar parte del caudal por una canalización.
Agua más cara
Coves también aseguró que esta "nueva política del agua" encarecerá los precios. "Tendremos que acompasar los precios del agua para que incluyan el coste de las infraestructuras y se aproximen al precio real", que es más alto que el actual, señaló.
Coves adelantó también la creación de una Agencia Andaluza del Agua para gestionar las competencias que actualmente ostentan las confederaciones hidrográficas en materia de agua y que en 2005 pasarán a la Junta de Andalucía. Coves afirmó que su objetivo es "acabar con el oscurantismo que ha marcado el funcionamiento de las confederaciones en los últimos años" y se felicitó por lo que calificó como "una política del agua netamente andaluza". Coves añadió que incidirá en el ahorro en el consumo para garantizar la disponibilidad de un recurso natural que es escaso, no ilimitado, no sólo para la generación actual, sino para las venideras. Coves se comprometió a que en 2005 se liciten todas las obras de depuración en el litoral andaluz. "con un sistema terciario que permita recuperar el agua".
El presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Pedro Arrojo, afirmó que el Gobierno del PP hizo "una maniobra de huida hacia adelante, del ahora o nunca a la antigua usanza" en su política de aguas, y "se equivocó" al mantener una "posición poco europeísta", en referencia con el trasvase del Ebro del Plan hidrológico Nacional. Arrojo ha sido una de las voces más críticas contra este plan.
Arrojo declaró que el anterior Gobierno, "no por una razón ideológica, sino por sinergia política", mantuvo una postura "poco clara y de cierto desaire hacia la coherencia europea". Sin embargo, el cambio político en el Gobierno central "facilita el reencuentro con Europa, en este caso en materia de agua", según Arrojo, que considera que hay "dos comunidades a la cabeza de los cambios, Cataluña y Andalucía", porque "están haciendo un esfuerzo para poner en marcha este debate político, social y cultural".
El presidente de la Fundación aseguró que la nueva cultura del agua "no es de izquierdas ni de derechas, es un reto de modernidad", y admitió que "estos esfuerzos no son fáciles".