La fiscalía observa tintes racistas en las agresiones a estudiantes de Orriols y defiende un cambio de la ley

Las amenazas y agresiones de un grupo de jóvenes sobre alumnos de origen ecuatoriano del Instituto de Educación Secundaria (IES) de Orriols tienen tintes racistas y xenófobos. Así lo reconocieron ayer el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Miguel Falomir, y el fiscal de menores, Manuel Dolz. Ambos hablaron de un "fenómeno nuevo que excede la simple discusión entre compañeros" y consideraron oportuno un cambio que penalice la violencia xenófoba.

Se trataría de evitar que las coacciones y amenazas, las lesiones aunque sean leves, cuando estén mezcladas con actitudes xenóf...

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Las amenazas y agresiones de un grupo de jóvenes sobre alumnos de origen ecuatoriano del Instituto de Educación Secundaria (IES) de Orriols tienen tintes racistas y xenófobos. Así lo reconocieron ayer el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Miguel Falomir, y el fiscal de menores, Manuel Dolz. Ambos hablaron de un "fenómeno nuevo que excede la simple discusión entre compañeros" y consideraron oportuno un cambio que penalice la violencia xenófoba.

Se trataría de evitar que las coacciones y amenazas, las lesiones aunque sean leves, cuando estén mezcladas con actitudes xenófobas pasen de la mera falta al delito. Falomir y Dolz se mostraron favorables a un "debate sereno, tranquilo, que permita reflexionar sobre ello y que nos dote de instrumentos para adelantarnos a una realidad que nos está sorprendiendo". "Podría pasar como con la violencia doméstica y que nos encontráramos con un escenario en el que la respuesta fuera insuficiente", afirmaron.

Dolz precisó que la fiscalía de menores tiene abiertas cinco diligencias por hechos violentos sufridos por estudiantes del IES de Orriols desde el año 2003. Dos de ellas han sido archivadas provisionalmente, por falta de localización de uno de los implicados. Las otras tres están en marcha. Una de ellas es una acusación por coaccionar a una testigo. La fiscalía descarta la existencia de una banda organizada pero no así de un grupo con un cabecilla, aún por determinar, y una cierta habitualidad.

El fiscal de menores explicó ayer que las causas han ido siguiendo su curso de forma individual, "como legalmente no puede ser de otro modo", pero sin que la propia fiscalía tuviera la percepción de un problema más amplio, "que lógicamente merece ser abordado desde otro punto de vista". Falomir agregó que "con lo que hoy sabemos el expediente técnico sobre el acusado de algunos hechos será distinto de lo que hubiera sido hace seis meses, porque no podemos hablar de hechos aislados". La fiscalía se reunirá en breve con directores de centros educativos y asociaciones de padres.

Por otra parte, un menor de 17 años y de origen chino acusado de amenzar con una catana el pasado jueves y lesionar levemente a dos estudiantes del instituto Ramón Llull de Valencia, en un incidente entre un grupo de jóvenes asiáticos y otros alumnos, declarará en breve ante el fiscal.

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