Un extrarradio atrayente

Vitoria está rodeada, y no de sólo de polígonos industriales, como las otras capitales vascas. La ciudad cuenta con una circunvalación de humedales y ríos, bosques, pequeños barrios rurales y campos de cultivo a muy pocos kilómetros de la vida urbana. Es el famoso anillo verde que ya cuenta con 13 itinerarios definidos que han recibido la visita de 261.300 personas entre junio de 2003 y el mismo mes de este año. El Ayuntamiento acaba de publicar una guía muy detallada de estos paseos, con recomendaciones, fotografías aéreas y comentarios de sus principales hitos culturales, paisajístico...

Vitoria está rodeada, y no de sólo de polígonos industriales, como las otras capitales vascas. La ciudad cuenta con una circunvalación de humedales y ríos, bosques, pequeños barrios rurales y campos de cultivo a muy pocos kilómetros de la vida urbana. Es el famoso anillo verde que ya cuenta con 13 itinerarios definidos que han recibido la visita de 261.300 personas entre junio de 2003 y el mismo mes de este año. El Ayuntamiento acaba de publicar una guía muy detallada de estos paseos, con recomendaciones, fotografías aéreas y comentarios de sus principales hitos culturales, paisajísticos y ambientales.

El anillo verde comenzó a plantearse en los años ochenta, después de que en las dos décadas precedentes parte de la periferia de la ciudad sufriera los embates del desarrollismo franquista. Todas aquellas zonas degradadas (humedales desecados y bosques talados, sobre todo) comenzaron a resucitar. En los años siguientes, a la recuperación de Salburúa, hoy un humedal con reconocimiento internacional, se sumó la mejora de zonas rurales como Olarizu o de pueblos cercanos como Armentia.

El resultado es un conjunto de itinerarios en continua progresión que ha llamado la atención de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. En una visita que realizó el pasado mes de julio prometió su apoyo al proyecto, ya que el anillo todavía no se ha cerrado. Hay opciones para todos los gustos: lo mismo aficionados a la ornitología que a la gastronomía cuentan con su paseo, siempre con ingredientes paisajísticos de primera. De momento, vitorianos y forasteros pueden redescubrir el río Zadorra, al que la ciudad siempre le había dado la espalda.

No en vano, el paseo por sus orillas centra la primera propuesta, con salida en el pueblo de Yurre, donde se puede disfrutar del retablo del XIV de su iglesia parroquial. El recorrido de cinco kilómetros prosigue entre campos de cultivo para llegar a Lopidana, con parada en su iglesia del siglo XIII. Sigue por el robledal de Calzazarra, uno de los escasos bosques isla entre cultivos que quedan en Vitoria. Y concluye en las orillas del Zadorra, en un tramo cuya recuperación inmediata aportará nuevas fuerzas al hoy débil visón europeo, uno de sus moradores más preciados.

Hay más ríos en los alrededores de la capital alavesa: el Alegría o el Zapardiel, entre otros. El paseo en las cercanías del primero permite acercarse a Salburua, humedal integrado en la red Europea de Espacios Naturales Protegidos y con una importancia faunística excepcional, ya que es un lugar clave en la reproducción de aves migratorias.

El anillo verde no se olvida de quienes disfrutan más con la naturaleza elaborada. Para los gastrónomos tiene dispuestos recorridos como el que lleva de Elorriaga a Mendiola por Arcaya, con restaurantes y sidrerías que van salpicando todo el camino. Y los amantes de la agricultura ecológica pueden seguir la ruta de las huertas de Olárizu, con su edificio bioclimático.