Editorial:

Buenas noticias

El número de muertos en las carreteras españolas disminuyó un 16,8% los pasados julio y agosto (143 menos que en ese mismo periodo en 2003), y un 15,3% el de accidentes. Se trata del mejor registro en los últimos 25 años. Sin duda, son buenas noticias después de los alarmantes casos, sobre todo de siniestralidad juvenil, que se vienen produciendo últimamente. No es para lanzar las campanas al vuelo, pero, al menos, resulta tranquilizador saber que existe mayor conciencia ciudadana y más eficacia en las medidas públicas. Sin embargo, esta buena estadística exige cautela en un país donde el cánc...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El número de muertos en las carreteras españolas disminuyó un 16,8% los pasados julio y agosto (143 menos que en ese mismo periodo en 2003), y un 15,3% el de accidentes. Se trata del mejor registro en los últimos 25 años. Sin duda, son buenas noticias después de los alarmantes casos, sobre todo de siniestralidad juvenil, que se vienen produciendo últimamente. No es para lanzar las campanas al vuelo, pero, al menos, resulta tranquilizador saber que existe mayor conciencia ciudadana y más eficacia en las medidas públicas. Sin embargo, esta buena estadística exige cautela en un país donde el cáncer de la carretera se cobra unas 4.500 víctimas mortales por año.

Los buenos resultados obedecen a las campañas de control de alcoholemia y velocidad, así como a la mayor sensibilización de los conductores fruto de una mejora en la información sobre los peligros del tráfico. En los dos meses pasados se incrementaron en un 45% y un 76% respectivamente los controles de alcohol y velocidad, que son los causantes principales de los accidentes. El Gobierno ha anunciado que no tiene previsto reformas normativas para bajar los límites de velocidad. Otros dos elementos preventivos muy útiles han sido la publicación del mapa de radares y la colocación de paneles informativos en las carreteras. Tampoco hay que olvidar el inicio y retorno escalonado de los veraneantes o incluso la incidencia positiva de la huelga de los gruistas sobre la inspección más rigurosa del estado de los automóviles.

Estúpido sería que las autoridades cayeran en la autocomplacencia, porque la vigilancia no debe limitarse a periodos de vacaciones. La carretera y el mal uso del coche matan. Está claro que la siniestralidad está relacionada con la aplicación de nuevos dispositivos de seguridad vial y bueno sería que algunas de esas medidas excepcionales que entran en funcionamiento en los meses de verano se prolongaran durante todo el año. De ahí la importancia de que el problema se enfoque desde un punto de vista integral, que abarque todo el tiempo y que afecte a los conductores de todas las edades, jóvenes y maduros.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

De mucho mayor impacto puede ser la implantación del carné por puntos, que ya se ha puesto en vigor en Francia e Italia con éxito. El ministro del Interior declaró ayer que está previsto que esté listo en un plazo aproximado de un año. Que no se retrase.

Archivado En