Bychkov cree que "la misión de la música es reflejar la condición humana"

El maestro dirige hoy la ópera 'Elektra' en una versión en concierto

Semyon Bychkov, uno de los directores de orquestas más solicitados del momento, no cree que la música tenga capacidad para cambiar el mundo, pero sí para recordar, "al menos por un momento, la importancia de la generosidad y la nobleza de espíritu". "Su misión es tocar a la gente, provocar preguntas, dar consuelo y, sobre todo, reflejar la condición humana", dijo ayer en San Sebastián. Con esas premisas dirigirá hoy la interpretación de la ópera Elektra en una versión en concierto dentro de la Quincena.

Bychkov regresa por tercera vez a la Quincena Musical donostiarra -estuvo en ...

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Semyon Bychkov, uno de los directores de orquestas más solicitados del momento, no cree que la música tenga capacidad para cambiar el mundo, pero sí para recordar, "al menos por un momento, la importancia de la generosidad y la nobleza de espíritu". "Su misión es tocar a la gente, provocar preguntas, dar consuelo y, sobre todo, reflejar la condición humana", dijo ayer en San Sebastián. Con esas premisas dirigirá hoy la interpretación de la ópera Elektra en una versión en concierto dentro de la Quincena.

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Bychkov regresa por tercera vez a la Quincena Musical donostiarra -estuvo en 1998 y 2000- con un programa doble que pone en valor el trabajo de dos grandes compositores de la cultura alemana, convertidos con el tiempo en "tesoros universales", según sus propias palabras: Richard Strauss (1864-1949), autor de Elektra, y Johannes Brahms (1833-1897), protagonista único del concierto que la Sinfónica de la Radio de Colonia (WDR) ofrecerá mañana en el Kursaal. La agrupación interpretará su Doble concierto para violín, violoncello y Orquesta y su Sinfonía número 2, con Renaud y Gautier Capucon como solistas.

Los dos compositores ocupan un lugar destacado en la carrera del maestro ruso, porque, como reconoció ayer en una charla con periodistas, se siente "muy cercano a su música". "Cada compositor representa un mundo y los de Strauss, Brahms y Bach son mundos en los que me gustaría vivir", sentenció. ¿Hoy no se escribe música como la suya? "No, pero tampoco sería posible", respondió rotundo. "Cada artista vive en su propia época. ¿Llevaría usted hoy ropa de hace veinte años? ¿Cree que Bach llevaría pantalones vaqueros. Ésa es la diferencia. Pero tanto Bach como Lucciano Berio querían expresar el universo en el que vivían con toda su complejidad, sus problemas y su belleza".

Bychkov dejó su San Petersburgo natal en 1975 para continuar con su carrera en Estados Unidos. En 1989 regresó a Europa para hacerse cargo de la Orquesta de París. Ha trabajado con sinfónicas de todo el mundo, así que sabe de lo que habla cuando afirma: "La música clásica tiene hoy un papel menor en la sociedad". ¿Las razones? Muchas, pero la principal es, a su juicio, la ruptura de la relación de los músicos con el público en el siglo XX, por la aparición de distintos otros géneros. "La música necesita de una audiencia", explicó, "pero para eso necesita mantener contacto con ella. Los intérpretes deben tener claro lo que quieren transmitir y entonces cada persona se sentirá tocada, porque su sistema nervioso se verá afectado, pero también al intelecto".

La demostración de que éste puede ser un género popular está, según Bychkov, en España que, con la construcción de auditorios de calidad, está arrastrando al público a las salas.

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