OPINIÓN DEL LECTOR

Respeto a la música

Aunque sé que mi lamento no llega a ninguna parte y también sé que el próximo año se volverán a repetir los mismos hechos, no puedo ser un testigo mudo del poco respeto que se tiene a las bandas de música en los espacios abiertos, y en especial en mi pueblo. Resulta deplorable que un espectáculo de tanta importancia, tan agradable para el espíritu y digno de admiración para entendidos y profanos, como es un concierto de música, y más cuando dicho concierto lo ofrece una de las mejores bandas de música del mundo -como está demostrado por sus innumerables premios internacionales- no sepan los or...

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Aunque sé que mi lamento no llega a ninguna parte y también sé que el próximo año se volverán a repetir los mismos hechos, no puedo ser un testigo mudo del poco respeto que se tiene a las bandas de música en los espacios abiertos, y en especial en mi pueblo. Resulta deplorable que un espectáculo de tanta importancia, tan agradable para el espíritu y digno de admiración para entendidos y profanos, como es un concierto de música, y más cuando dicho concierto lo ofrece una de las mejores bandas de música del mundo -como está demostrado por sus innumerables premios internacionales- no sepan los organizadores distinguirlo de una competición deportiva, de un partido de fútbol, pongamos por caso. En un partido de fútbol -con excepciones que confirman la regla- se grita, se insulta, sale a la luz todo el instinto animal que llevamos dentro, porque el ambiente es propicio para este comportamiento. Pero en un concierto de música, donde se expresa todo lo que no cabe dentro del lenguaje humano, es intolerable ver a los niños sueltos por el recinto, jugando por encima de las sillas, tirándolas al suelo, gritando y corriendo, tirando los botes de bebida por el suelo, etcétera, etcetera, cuando a la vez se está dando un magistral concierto. Mi lamento también es para los directivos de la banda Unió Musical de Llíria, para cuando tengan que ofrecer conciertos fuera de la ciudad de Lliria, se desplace una delegación antes de ofrecer un concierto para observar la garantía que ofrecen dichos conciertos y exigir lo mínimo, como es el cierre de las calles adyacentes para coches y motoristas, indicando con pancartas la zona del concierto y un sistema de seguridad que exija silencio y orden. Es lo mínimo que debe exigir una banda de la categoría que tiene la Unió Musical de Llíria.

Espero que algún día nos enseñen a respetar la grandeza de la música. Mi enhorabuena a la Banda Unió Musical de Llíria y en especial a su director, Miguel Mico Catellano, por tratar de ofrecer un magistral concierto digno de ser oído.

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