El PSOE quiere prohibir los donativos anónimos y de empresas a partidos

Las personas físicas podrían aportar un máximo de 60.000 euros al año

El PSOE ya tiene definida su propuesta para afrontar la reforma de la ley de financiación de los partidos políticos. En septiembre dará a conocer al PP el contenido del borrador de su iniciativa, que ya estudia la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. En él se propone la prohibición de las ayudas procedentes de las empresas y las aportaciones anónimas. Los partidos recibirían el dinero en su mayor parte a través de las aportaciones de los Presupuestos Generales del Estado.

Éstos son los principios generales que inspiran el borrador de la ley, de 20 artí...

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El PSOE ya tiene definida su propuesta para afrontar la reforma de la ley de financiación de los partidos políticos. En septiembre dará a conocer al PP el contenido del borrador de su iniciativa, que ya estudia la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. En él se propone la prohibición de las ayudas procedentes de las empresas y las aportaciones anónimas. Los partidos recibirían el dinero en su mayor parte a través de las aportaciones de los Presupuestos Generales del Estado.

Éstos son los principios generales que inspiran el borrador de la ley, de 20 artículos, que el Grupo Socialista tiene en cartera. La transparencia en las cuentas y el consenso son las bases con las que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero quiere afrontar esta reforma. El texto tiene tres bloques: Régimen de Subvenciones (Presupuestos Generales del Estado), Régimen de Donaciones (sólo personas físicas, no empresas) y control por el Tribunal de Cuentas. Este tribunal viene denunciando año tras año el descontrol a que se presta la actual legislación, que rige desde 1987.

El PSOE pretende limitar mucho la financiación privada, pero además la que exista debe ser conocida. Por tanto, se eliminarían las donaciones anónimas que ahora permite la ley. Ese anonimato posibilita, según el diputado Francisco Fernández Marugán, que una misma persona pueda dar una y otra vez la cantidad máxima que marca la legislación: 60.000 euros por persona y año.

La iniciativa socialista acepta donaciones de personas físicas con una cantidad a negociar, que podrían ser esos mismos 60.000 euros, pero con nombre y apellidos del donante. La última negociación sobre esta reforma data de 1999. Se rompió cuando se propuso la desaparición de las donaciones anónimas.

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