El Ayuntamiento instala en la cuesta de San Vicente el segundo tramo de los separadores del carril-bus

La cuesta de San Vicente (distrito de Centro), que conecta la plaza de España con la glorieta de San Vicente, frente a la estación de Príncipe Pío, ha sido la segunda vía en recibir el rediseñado bordillo que delimita el carril-bus -la primera fue la avenida de la Ciudad de Barcelona-. Ayer, los operarios del Ayuntamiento colocaron 582,7 metros de bordillo, que van desde la salida del túnel de la calle de Bailén hasta la plaza de España, en ambos sentidos de la circulación.

Debido a la fuerte lluvia que cayó durante toda la mañana de ayer sobre la capital, los trabajadores se vieron obl...

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La cuesta de San Vicente (distrito de Centro), que conecta la plaza de España con la glorieta de San Vicente, frente a la estación de Príncipe Pío, ha sido la segunda vía en recibir el rediseñado bordillo que delimita el carril-bus -la primera fue la avenida de la Ciudad de Barcelona-. Ayer, los operarios del Ayuntamiento colocaron 582,7 metros de bordillo, que van desde la salida del túnel de la calle de Bailén hasta la plaza de España, en ambos sentidos de la circulación.

Debido a la fuerte lluvia que cayó durante toda la mañana de ayer sobre la capital, los trabajadores se vieron obligados a suspender sus tareas por motivos de seguridad, ya que trabajan con maquinaria eléctrica. Las labores se reanudaron sobre las dos de la tarde.

El primer tramo del nuevo separador fue instalado el pasado 27 de julio en los primeros 600 metros de la avenida de la Ciudad de Barcelona, en dirección a Puente de Vallecas. Apenas una semana después de su colocación, el bordillo ya sufrió sus primeros percances. Las piezas se encontraban ya deformadas por los vehículos que pasan por encima. Con esto ya contaba el Ayuntamiento, por eso diseñó el separador de polietileno, un material flexible y resistente que se puede deformar sin llegar a romperse. Con lo que no contaban es con lo que ocurrió el 4 de agosto: dos piezas del bordillo, de dos metros cada una, fueron sustraídas.

Los siguientes tramos se instalarán en Bravo Murillo, desde Cuatro Caminos hasta María Zayas; en la calle de Alcalá, en el tramo que discurre entre Núñez de Balboa y Goya, y en el que lo hace desde Manuel Becerra hasta Ventas; en Serrano, desde María de Molina hasta Diego de León, y en el paseo de la Castellana, entre las plazas de Colón y de Emilio Castelar. Así, hasta delimitar 22 de los 98 kilómetros de carril-bus existentes en la capital, con una inversión de 1,2 millones de euros.

Las piezas que componen este bordillo, diseñado por la EMT, miden dos metros de largo por 30 centímetros de ancho y 35 de alto, y pesan 14 kilos. Se colocan con una separación entre sí de unos 12 centímetros.

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