Reportaje:

Una lección en directo para moteros infractores

El policía que 'invitó' a seis jóvenes a ver la agonía de un motorista accidentado lamenta la temeridad de los chavales

"Mientras os denuncio, podéis acercaros a ver las consecuencias de circular sin casco". Javier Calderón, de 42 años, cabo de la Policía Municipal, quiso dar una lección a aquellos seis chicos que circulaban en tres motos sin llevar el casco reglamentario. El cabo Calderón, además de sancionar a los infractores, decidió aprovechar que allí mismo había un motorista agonizante, tras haber chocado con una ambulancia, para invitar al grupo juvenil a presenciar los terribles efectos de un accidente. "Lo que no podía permitir es que se me pusieran en ese plan de yo soy inmune a los accidentes,...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"Mientras os denuncio, podéis acercaros a ver las consecuencias de circular sin casco". Javier Calderón, de 42 años, cabo de la Policía Municipal, quiso dar una lección a aquellos seis chicos que circulaban en tres motos sin llevar el casco reglamentario. El cabo Calderón, además de sancionar a los infractores, decidió aprovechar que allí mismo había un motorista agonizante, tras haber chocado con una ambulancia, para invitar al grupo juvenil a presenciar los terribles efectos de un accidente. "Lo que no podía permitir es que se me pusieran en ese plan de yo soy inmune a los accidentes, cuando estaban al lado de un accidente mortal", comenta.

Calderón se encontraba la madrugada del domingo como responsable de los accidentes de tráfico durante la noche. Esto incluye que su patrulla se encarga de acudir a los más importantes choques hasta que llegan los agentes encargados de la investigación.

A las 2.15 se recibió un aviso en la central de Emergencias del 112: un motorista y una ambulancia habían chocado en la confluencia de las calles de Velázquez y Jorge Juan, en el distrito de Salamanca. Como consecuencia del impacto, el motorista Ángel Vaquerizo, de 32 años, había sufrido heridas gravísimas, pese a ir equipado con el casco protector. Vaquerizo falleció poco después.

Calderón acudió al lugar del siniestro. "En una situación así se protege a los heridos y a las personas que los están atendiendo, además de acordonarse toda la zona", explica. Estaba regulando el tráfico cuando se dio cuenta de que algo no marchaba bien. Un ruido ensordecedor que provenía de la calle de Jorge Juan anunciaba a seis jóvenes montados en tres ciclomotores que circulaban zigzagueando por entre los coches. Iban, como acostumbran muchos jóvenes, con el escape libre. Además, todos los ocupantes, salvo una chica, iban sin el casco.

Cuando estaba en plena regulación del tráfico, peto fosforescente y linterna incluidos, los seis moteros llegaron a la altura del cabo. "Nos costó un poco que pararan porque no nos veían, pese a toda la señalización que llevamos. Cuando pasaron a mi lado, lo hicieron muy despacio. Pensé que iban a rebasarme y darse a la fuga, pero pararon", recuerda el policía.

Calderón se dirigió a los tres chicos que conducían las motos y a las tres chavalas que iban de paquete. Les pidió la documentación y les anunció que les iba a denunciar por circular sin el casco puesto. Los llevaban agarrados al ciclomotor con una cadena, salvo una de las chicas, que lo tenía puesto.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Los jóvenes comenzaron a protestar, según la versión del agente: "Eso es una tontería", "vamos bien y no corremos peligro" y "a nosotros no nos va a pasar nada" fueron algunos de sus argumentos. El cabo les mandó callar. Fue entonces cuando dijo la frase que le convirtió en protagonista de esta historia: "Mientras os denuncio, podéis acercaros a ver las consecuencias de circular sin casco".

Con la cara descompuesta

Y en algunos de los jóvenes la experiencia surtió efecto. Las chicas salieron con las caras descompuestas después de ver cómo los facultativos del Samur-Protección Civil intentaban reanimar al motorista agonizante. Así estuvieron unos quince minutos mientras Calderón rellenaba las denuncias. "La actitud de uno de ellos fue tirar el boletín que le di al suelo. Otro lo arrojó a la papelera, y el tercero se puso el casco y se fue", añade el cabo. Hasta entonces, las chicas se habían librado. El agente detuvo a un taxista para que se montaran las jóvenes, pero éstas desaparecieron de repente. "Entonces me subí al coche patrulla y fui a dar una vuelta, porque había algo que no me cuadraba. Encontré a las tres jóvenes en la calle del Príncipe de Vergara, donde estaban esperando a los chicos. No lo dudé... y también las denuncié por ir sin casco. Se dieron cuenta de lo que acababan de hacer y se marcharon en un taxi", explica el agente, que recuerda que alguna de las muchachas estaba aún impresionada por ver al motorista gravemente herido.

"Es una pena que la lección sólo le entre a algunas personas con el dinero, o cuando ven en directo un accidente como el del pasado domingo. Por mucho que impacten los anuncios de Tráfico en televisión, no tienen nada que ver con la realidad", comenta Calderón, que lleva 20 años en la Policía Municipal. Paradojas de la vida, este cabo es un agente-tutor que atiende los problemas que sufren los chavales en los colegios. "Después me sentí apenado de que unos jóvenes se esta edad [de 19 a 22 años y una menor de 16] digan que no les va a pasar nada cuando podían haber acabado como el motorista que estaba al lado", concluye.

Una decisión con críticas

La invitación del cabo de la Policía Municipal Javier Calderón a ver el accidente del motorista la madrugada del pasado domingo en el distrito de Salamanca ha recibido algunas críticas por parte de algunos sectores juveniles y de la seguridad vial.

La presidenta del Consejo de la Juventud de España (CJE), Lucía Sala, indicó ayer que el organismo que preside ha estudiado en otras ocasiones el asunto de la seguridad vial. "A mí me gustaría saber qué beneficio va a tener para estos jóvenes el hecho de contemplar cómo moría otro joven. No porque sea más agresivo o sangrante un anuncio va a educar más. También tenemos que apostar por la elaboración de medidas educativas y no represivas que, según todos los estudios, no hacen que bajen las cifras de muertos", agregó la presidenta del CJE.

Por su parte, la Asociación de Motoristas para la Promoción de la Mutualidad General del Motorista, la mayor de España, manifestó a Servimedia que la actuación de la Policía Municipal de Madrid no es la mejor manera de prevenir accidentes de moto, porque "no a todo el mundo se le puede educar siempre con el miedo", máxime si se tiene en cuenta, además, que la víctima del siniestro, que posteriormente falleció al ser trasladado al hospital, llevaba casco.

"Hay que fomentar una educación vial en todos los aspectos y tener una base. Estamos tardando bastante en tenerla respecto a otros países europeos", sentenció.

El portavoz de esta asociación comparó la actuación de la Policía Municipal con la posibilidad de que los miembros de dicha organización colocaran muñecos decapitados en las calles de las ciudades, como forma de denunciar el peligro que las barreras guardacarriles entrañan para los motoristas. "Tampoco creo que fuera lo mejor asustar a la gente. Todo el mundo sabe lo que pasa una vez que sale de casa y coge el coche, la moto o la cesta de comprar", indicó.

Sobre la firma

Archivado En