El desacuerdo sobre horarios comerciales impide al CES emitir su dictamen

Los sindicatos y las asociaciones de empresarios y consumidores escenificaron ayer en el Consejo Económico Social (CES) el penúltimo capítulo de la guerra comercial por los horarios y las aperturas en festivos. Un total de 10 años después del último desencuentro en el CES, los agentes sociales fueron incapaces de ponerse de acuerdo para elaborar un dictamen -no vinculante- sobre el anteproyecto de ley de horarios, que llegará al Consejo de Ministros el viernes. La nueva normativa es una ley de mínimos para que las comunidades autónomas regulen los horarios, a partir de 72 horas semanale...

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Los sindicatos y las asociaciones de empresarios y consumidores escenificaron ayer en el Consejo Económico Social (CES) el penúltimo capítulo de la guerra comercial por los horarios y las aperturas en festivos. Un total de 10 años después del último desencuentro en el CES, los agentes sociales fueron incapaces de ponerse de acuerdo para elaborar un dictamen -no vinculante- sobre el anteproyecto de ley de horarios, que llegará al Consejo de Ministros el viernes. La nueva normativa es una ley de mínimos para que las comunidades autónomas regulen los horarios, a partir de 72 horas semanales y ocho festivos anuales de apertura.

El anteproyecto de ley de horarios fue objeto de una agria polémica entre el vicepresidente económico, Pedro Solbes -partidario de mantener las 90 horas semanales actuales y 12 festivos de apertura al año-, y el ministro de Industria y Comercio, José Montilla, que a la postre impuso un perfil más restrictivo a la nueva legislación. Lejos del consenso, en el CES las diferencias fueron aún mayores. Las organizaciones empresariales criticaron en un documento el "drástico e injustificado recorte de la libertad de empresa", una opinión que coincide punto por punto con las quejas que han expresado las grandes superficies durante los últimos días.

La fractura con los sindicatos fue total: los representantes de los trabajadores defendieron que los ocho festivos deben ser el número máximo de aperturas, y no el mínimo que establece el anteproyecto. Los consumidores se mostraron favorables a la nueva regulación, pero reclaman un marco regulador armónico para que no haya grandes diferencias entre autonomías.

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