Esther Barbé Izuel/Catedrática de Relaciones Internacionales: "En las guerras de hoy hay una vuelta a las lógicas feudales"
Esther Barbé Izuel (Barcelona, 1955), catedrática de Relaciones Internacionales y directora del Observatorio de Política Exterior Europea de la Universidad Autónoma de Barcelona, partició la semana pasada en el Curso de de Derecho Internacional que organiza la UPV en Vitoria.
Pregunta. En lo que se refiere a los conflictos armados, el nuevo orden internacional parece haber traído también una degeneración de las prácticas bélicas.
Respuesta. Se utiliza el término de "guerras degeneradas" para hablar de los conflictos que hoy hay en el mundo, que son 31 según los últi...
Esther Barbé Izuel (Barcelona, 1955), catedrática de Relaciones Internacionales y directora del Observatorio de Política Exterior Europea de la Universidad Autónoma de Barcelona, partició la semana pasada en el Curso de de Derecho Internacional que organiza la UPV en Vitoria.
Pregunta. En lo que se refiere a los conflictos armados, el nuevo orden internacional parece haber traído también una degeneración de las prácticas bélicas.
Respuesta. Se utiliza el término de "guerras degeneradas" para hablar de los conflictos que hoy hay en el mundo, que son 31 según los últimos análisis. De ellos, tan sólo uno era una guerra interestatal. En su mayor parte son enfrentamientos en un país con un Estado descompuesto, donde el gobierno ha perdido el monopolio legal de la violencia. En esas guerras luchan distintas facciones no por el poder político, sino para explotar ese territorio en beneficio propio. Hay una vuelta a unas lógicas feudales, y un ejemplo claro de ello fue Bosnia, donde la propia población, que se convierte en un botín de guerra. Es lo que en estos momentos está ocurriendo en Sudán.
P. Casi habría que añorar la vieja política de bloques.
R. Sí que es cierto que, a partir del final de la guerra fría, este tipo de conflictos se han exacerbado. Hay zonas de África donde la bipolaridad ejerció cierto juego de contención. Y ahora hay quien dice que las grandes potencias no quieren ejercer de tales en el planeta por el coste económico que supone esa tarea de gendarme.
P. ¿Asistimos a un declive del Estado, de uno u otro modo?
R. Depende de la zona del mundo. China responde claramente al modelo de Estado moderno. En Europa, sin embargo, los estados se están colapsando hacia un orden mayor, en lo que son estados posmodernos. Esta diferencia también se aprecia en el uso de la violencia: China está dispuesta a llegar al enfrentamiento armado con otro país, Taiwan. Y los europeos parece que hemos eliminado de nuestro ajuar de instrumentos ese uso de la violencia. Igual es lo que decía Robert Kagan, que los europeos son de Venus y los americanos, de Marte.
P. Parece que no existe un elemento regulador para el planeta. Usted habla de diferentes órdenes mundiales.
R. Yo hablaría de distintos escenarios: Europa, América, la zona del Pacífico, donde, a pesar de que Estados Unidos tiene un papel preponderante, Rusia, China y Japón ya han tomado el relevo. Y África, que es un escenario de absoluto desorden, lugar de rapiña para las élites de los estados africanos y los intereses económicos internacionales, bien sean americanos, holandeses o franceses.