Un error de Fenosa quema luces, neveras y ordenadores de vecinos de la subestación que ardió

Dos vecinos se negaron a dormir en su casa tras seis días de sustos

Las 13 familias del número 24 de la calle Alameda (Centro) sufrieron anoche, de nuevo y por sorpresa, la angustia vivida por el incendio declarado el pasado jueves en una subestación de Unión Fenosa que está justo frente a sus casas. Pasadas las 22.00, la compañía desconectó el generador que les daba electricidad desde aquel día y volvió a conectar el inmueble a la red, pero con el voltaje equivocado: 380 voltios de potencia en lugar de 220. Los plomos saltaron y ordenadores, neveras y bombillas comenzaron a chamuscarse.

Una de las vecinas afectadas, A. H., que lleva viviendo en el inmu...

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Las 13 familias del número 24 de la calle Alameda (Centro) sufrieron anoche, de nuevo y por sorpresa, la angustia vivida por el incendio declarado el pasado jueves en una subestación de Unión Fenosa que está justo frente a sus casas. Pasadas las 22.00, la compañía desconectó el generador que les daba electricidad desde aquel día y volvió a conectar el inmueble a la red, pero con el voltaje equivocado: 380 voltios de potencia en lugar de 220. Los plomos saltaron y ordenadores, neveras y bombillas comenzaron a chamuscarse.

Una de las vecinas afectadas, A. H., que lleva viviendo en el inmueble de la calle de la Alameda desde hace 22 años, aseguraba anoche que no estaba dispuesta a dormir en su domicilio. Primero fue el tremendo incendio, después, desde el mismo jueves, "sufriendo el ruido de las obras y del generador auxiliar" que Unión Fenosa montó para suministrar energía de forma provisional. Y ayer un nuevo sobresalto.

A. H. se quejaba, pasadas las 23.30, en plena calle, mientras varios técnicos de Unión Fenosa comprobaban cuántos electrodomésticos habían quedado destrozados en su casa. Ella, que sufre una dolencia en un ojo, ya había solicitado anteriormente que le sufragaran un hotel, pero su domicilio está justo en el límite de los que fueron desalojados. "A mí se me ha estropeado la vitrocerámica, la nevera, lámparas...", inventariaba, aún nerviosa, en la puerta de su vivienda.

Ordenadores, lectores de DVD, aparatos de música, entre otros, completaban la lista de objetos quemados. No a todos los vecinos les afectó de igual manera el fallo en la potencia de la red. A Laura, que también permanecía al filo de la medianoche hablando en la calle con los técnicos de la compañía, sólo se le había estropeado la pantalla del ordenador. "Parece que no llegó a afectar a la estructura del aparato", suspiraba. A otro vecino, que no se encontraba en casa cuando saltaron los plomos, se le había roto el lector de DVD, según comprobó tras una rápida revisión en su vivienda.

A medianoche los vecinos ya tenían de nuevo luz en sus casas, pero A. H. y su marido prefirieron desplazarse a un hotel que, según aseguró un portavoz de Unión Fenosa, les pagará la empresa. Este mismo portavoz lamentó el "error" cometido por sus técnicos. "No sabemos cómo ha podido ocurrir, pero lo sentimos y, por supuesto, atenderemos cualquier reclamación por el destrozo de electrodomésticos o aparatos que hayan sufrido daños", afirmó.

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