Tribuna:

El año que vivimos lateralmente

La rentabilidad media de los 114 fondos que invierten en renta variable española se sitúa este año en 6,14%. Éste es uno de los mejores resultados dentro del conjunto de los fondos de renta variable que, hasta este momento, oscila entre el máximo del 32% que están proporcionando los fondos japoneses que invierten en empresas de baja capitalización y los que lo hacen en China, que están acumulando pérdidas del 14,5%.

Si la media se sitúa en el 6,14%, la mediana de las rentabilidades de esta clase de fondos es un poco inferior a ella, 5,54%, lo que quiere decir que, de los 114 fondos, la ...

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La rentabilidad media de los 114 fondos que invierten en renta variable española se sitúa este año en 6,14%. Éste es uno de los mejores resultados dentro del conjunto de los fondos de renta variable que, hasta este momento, oscila entre el máximo del 32% que están proporcionando los fondos japoneses que invierten en empresas de baja capitalización y los que lo hacen en China, que están acumulando pérdidas del 14,5%.

Si la media se sitúa en el 6,14%, la mediana de las rentabilidades de esta clase de fondos es un poco inferior a ella, 5,54%, lo que quiere decir que, de los 114 fondos, la mitad tiene una rentabilidad superior a esta cifra. No hay ningún fondo de renta variable española que esté acumulando pérdidas, y todas las rentabilidades están entre el 1,50% al 14%.

El año 2004 está siendo, pues, por ahora, bastante favorable a esta clase de fondos que, además, empiezan poco a poco a contar con el favor de los partícipes: en el primer semestre su patrimonio conjunto ha pasado de 5.402 a 6.630 millones de euros, lo que supone un incremento de casi el 23%. De éste, 900 millones han sido suscripciones netas de los partícipes (suscripciones menos reembolsos), mientras que los restantes 326 hay que atribuirlos a la revalorización de las carteras.

Los fondos de renta variable española siguen las oscilaciones de las bolsas, pero superan en rentabilidad (casi triplican) a los fondos que invierten en las bolsas de la eurozona. Sin embargo, no puede decirse que estén libres del destino común a la renta variable de todo el mundo, cuyo ritmo de evolución esencial viene marcado por las bolsas de EE UU. Podría decirse que la diferencia entre lo que están rindiendo las bolsas de los EE UU y las europeas viene justificado por la evolución del tipo de cambio.

El año 2004 está resultando en ese sentido bastante estándar, con ese movimiento lateral de bolsas y fondos de renta variable que en algunos casos tiene los índices en niveles muy parecidos a los de comienzos de año. Éste es un comportamiento típico de los años en que empiezan a subir los tipos de corto plazo: en ellos las bolsas normalmente inician un movimiento lateral. Si no lo hacen, lo más probable es que esa subida sea la expresión de una burbuja que se estaría formando. Algo así sucedió en 1987 y 1999. En 1999, además, se triplicó el precio del crudo. Desde finales de 2001, el precio del petróleo se ha duplicado, lo que no es buen augurio para los fondos de renta variable. Aunque el ciclo no parece haberse acabado, y aún cabe esperar que los fondos de renta variable española rematen 2004 con buen resultado.

Juan Ignacio Crespo es director general de Finanduero.

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