El PP y su Peter Pan "especial para pobres"
Como si de una vuelta al pasado se tratase, el equipo de gobierno de Fuengirola ha organizado, entre loas y alharacas de parte de sus miembros, una función del musical Peter Pan "especial para pobres" -personas "con renta baja", según ellos-, emulando la caridad que en épocas pasadas dispensaban las damas de "buena familia".
Todo para el pueblo, pero sin el pueblo. Es decir, está muy bien ayudar a las "personas con renta baja", pero, por favor, nada de mezclarse con ellos, ni permitir que los probos ciudadanos tengan que soportar su cercanía. Desde el gobierno del PP se quiere actuar co...
Como si de una vuelta al pasado se tratase, el equipo de gobierno de Fuengirola ha organizado, entre loas y alharacas de parte de sus miembros, una función del musical Peter Pan "especial para pobres" -personas "con renta baja", según ellos-, emulando la caridad que en épocas pasadas dispensaban las damas de "buena familia".
Todo para el pueblo, pero sin el pueblo. Es decir, está muy bien ayudar a las "personas con renta baja", pero, por favor, nada de mezclarse con ellos, ni permitir que los probos ciudadanos tengan que soportar su cercanía. Desde el gobierno del PP se quiere actuar con sensibilidad social, trabajar para "los pobres", los "menos favorecidos", los de "renta baja"; pero claro, apartándolos, escondiéndolos, como si el tener más o menos dinero estuviese relacionado con la dignidad de las personas.
Señores del PP, "damas de la caridad" del sector nostálgico, estamos en un estado democrático e igualitario, donde las personas no deben ser discriminadas por muchas razones, entre otras por la capacidad económica. Así que, si se quieren tener iniciativas sociales destinadas a los que menos tienen, siempre se han de llevar a cabo desde la dignidad, la dignidad de todos, donantes y receptores, porque algunos actos de caridad, que llevan inserta la puya envenenada del clasismo, más que un favor se perciben como una afrenta.
Para ocasiones posteriores, desde el PSOE recomendamos, con la mano en el corazón, que no se aparte a la gente de "renta baja" del resto de ciudadanos, sino que esas 500 entradas sean distribuidas entre las diferentes funciones, de forma que en el público se den cita ciudadanos procedentes de todos los sectores, con un único interés, disfrutar del teatro musical, independientemente de si luego, tras aplaudir a los actores y cantantes, la vuelta es a una mansión o a una casa de VPO.