Análisis:

La vía inexplorada

La hipótesis de que los clubes de fútbol en general tienen expectativas de negocio propio muy poco brillantes se fundamenta sobre todo en la percepción de que la afluencia de público a los campos de fútbol -también en general- no ofrece crecimientos significativos y en que el volumen de socios tampoco puede aumentar de forma significativa, puesto que viene limitada por la propia capacidad de los estadios. Algunos ejemplos históricos confirmaban la hipótesis, en tanto en cuanto los resultados de explotación de algunos clubes importantes aparecían irremediablemente en números rojos. Pues bien, r...

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La hipótesis de que los clubes de fútbol en general tienen expectativas de negocio propio muy poco brillantes se fundamenta sobre todo en la percepción de que la afluencia de público a los campos de fútbol -también en general- no ofrece crecimientos significativos y en que el volumen de socios tampoco puede aumentar de forma significativa, puesto que viene limitada por la propia capacidad de los estadios. Algunos ejemplos históricos confirmaban la hipótesis, en tanto en cuanto los resultados de explotación de algunos clubes importantes aparecían irremediablemente en números rojos. Pues bien, resulta que el candidato a la presidencia del Real Madrid, Florentino Pérez, ha revelado a los socios el pasado 11 de junio que el club ha conseguido tener resultados positivos de explotación en el ejercicio 2003-2004. Para ser exactos, 33,288 millones de euros. De acuerdo con las cuentas presentadas, el beneficio de explotación -que es realmente el que mide la generación de un negocio- se ha conseguido gracias a la progresión de los ingresos de explotación. Han pasado de 192,581 millones de euros en el ejercicio 2002-2003 a 233,784 millones de euros en la temporada que acaba de terminar. Por sí misma, esta progresión de los ingresos explicaría una gran parte de la mejora de los resultados de explotación de la sociedad.

Parecería pues que uno de los caminos posibles para reforzar la salud financiera de la mayoría de equipos de fútbol es acrecentar los ingresos por marketing y por retransmisiones -además de los lógicos ingresos que se entienden genéricamente como competición, es decir, socios, partidos y competiciones-. Seguramente todos los equipos apostarían a pies juntillas por una solución así. Ahora bien, no está tan claro que todos los clubes españoles -ni los europeos, por supuesto- puedan proyectar crecimientos significativos en marketing y retransmisiones. De hecho, sólo unos pocos -en España, apenas tres, y uno de ellos es el club mencionado como ejemplo- pueden aspirar a ello. De ahí que, al margen de la buena evolución de los resultados de explotación del Real Madrid, la política más razonable para el conjunto de economías del fútbol español sea la al parecer inédita de la reducción de gastos. De personal, por supuesto; de fichajes, desde luego. Pero también los financieros o de representación. Los clubs -en general- no han entrado por esta vía, y tendrán que hacerlo, tarde o temprano. Cuanto más tarde, más duro será el tratamiento. Pero esta es otra historia.

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