Las salas de música dedican a la Caracol los conciertos de hoy
El cierre de la Caracol el pasado 31 de mayo por orden municipal motiva que otras salas le dediquen los conciertos que tenían previstos para esta noche. La iniciativa parte de La Noche en Vivo, la asociación que agrupa a más de una veintena de salas madrileñas que programan con regularidad conciertos y actuaciones en directo.
Por eso, esta noche, el jazz que lleva el trío del pianista Larry Willis al Café Central, o el del saxofonista Fuasi Abdu Khaliq en Populart, tendrán una connotación solidaria. Lo mismo que el rock de gracejo sevillano de Albertucho y Poncho K en El Sol, como el po...
El cierre de la Caracol el pasado 31 de mayo por orden municipal motiva que otras salas le dediquen los conciertos que tenían previstos para esta noche. La iniciativa parte de La Noche en Vivo, la asociación que agrupa a más de una veintena de salas madrileñas que programan con regularidad conciertos y actuaciones en directo.
Por eso, esta noche, el jazz que lleva el trío del pianista Larry Willis al Café Central, o el del saxofonista Fuasi Abdu Khaliq en Populart, tendrán una connotación solidaria. Lo mismo que el rock de gracejo sevillano de Albertucho y Poncho K en El Sol, como el pop de guitarras de Tercera República en Galileo Galilei o el funki de Celofunk, que protagoniza la fiesta del sello Vampisoul en el club Siroco, inmerso hasta final de agosto en su anual ciclo estival Operación Bikini.
Así, hasta 16 salas dedicarán esta noche sus conciertos a la Caracol. La frustración de la que se apoderaron diversas salas en los últimos años, tras los sucesivos cierres y aperturas de Caracol o La Boca del Lobo, o las desapariciones de Suristán, El Candilejas o el Café del Foro, motivó la creación de la asociación con el objetivo de concienciar a las autoridades municipales de la importancia cultural de las salas de conciertos.
Para el presidente de la asociación, David Novaes, el cierre de Caracol supone una "lamentable pérdida para el tejido madrileño de salas de conciertos regulares". "Madrid no puede permitirse perder estos espacios de cultura", sentencia.