La matanza de Madrid en la estrategia 'yihadista'

España estaba en el punto de mira de los terroristas de Al Qaeda desde la invasión de Irak en 2003, y los atentados del pasado marzo en Madrid fueron vistos por los extremistas islámicos como una "victoria" que iba a provocar la retirada de otros países europeos de la coalición que apoya a EE UU en Irak. A esta conclusión llega Haizam Amirah Fernández en su artículo titulado El 11-M en la estrategia yihadista publicado en el último número de la revista Foreign Policy en su edición española, en el que analiza la trascendencia de los atentados del pasado marzo a ojos de los planes de los...

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España estaba en el punto de mira de los terroristas de Al Qaeda desde la invasión de Irak en 2003, y los atentados del pasado marzo en Madrid fueron vistos por los extremistas islámicos como una "victoria" que iba a provocar la retirada de otros países europeos de la coalición que apoya a EE UU en Irak. A esta conclusión llega Haizam Amirah Fernández en su artículo titulado El 11-M en la estrategia yihadista publicado en el último número de la revista Foreign Policy en su edición española, en el que analiza la trascendencia de los atentados del pasado marzo a ojos de los planes de los radicales islámicos.

Amirah, investigador principal del área del mundo árabe del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos, considera, a la luz de los mensajes de Bin Laden y sus lugartenientes emitidos en distintos momentos anteriores y posteriores a la matanza, que los extremistas musulmanes tenían a España por el "eslabón más débil" del grupo de países que ocuparon Irak. Ésto era así debido a "la separación casi completa entre el sentir de la sociedad y el del Gobierno representado por el Partido Popular". La cita, aparecida en un foro islamista de internet (alasaha.fares.net) en otoño de 2003, proseguía aconsejando "aprovechar la proximidad de la fecha de las elecciones generales en España en el tercer mes del año próximo".

Este documento "iba más allá", según el autor, al asegurar que "el Gobierno español no soportaría más de dos o tres golpes, como máximo, antes de verse obligado a retirarse [de Irak] por la presión popular. Si sus tropas permanecieran tras esos golpes, la victoria del Partido Socialista estaría garantizada y la retirada de las tropas españolas estaría en la lista de su proyecto electoral".

Amirah estima que este análisis de los estrategas de la yihad muestra "un importante grado de conocimiento de la realidad española (...) con independencia de que este estudio guiara o no la actuación de quienes cometieron los atentados". Así, la explicación que la retórica extremista daba al hecho de que en las elecciones municipales y autonómicas los votantes no hubieran pasado factura al Gobierno es que "los acontecimientos en Irak no habían afectado de forma directa a la vida en España".

El mensaje atribuido a Bin Laden que las cadenas Al Arabiya y Al Yazira emitieron el pasado 15 de abril, en el que el líder terrorista ofrecía una "tregua" a los países europeos que en tres meses "se comprometan a no atacar a los musulmanes e interferir en sus asuntos", llegó como "respuesta a la reacción positiva [cambio de Gobierno en España] y a las encuestas de opinión que indican que la mayoría de los europeos quiere la paz", siempre según Bin Laden.

La tesis que Amirah sostiene en su conclusión del estudio es que "los yihadistas saben que su fuerza proviene de su capacidad de imponer una agenda global a las democracias occidentales, alterando su vida colectiva".

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