Todo el apoyo al Sáhara
Los solidarios con la causa saharaui presionarán al Gobierno español para que respalde el 'plan Baker'
Fatma Salek fue apresada por la policía marroquí en marzo de 1976, cuando sólo tenía 18 años. Igual suerte corrieron sus padres y su hermana. Su delito: ser una familia saharaui que se oponía a la ocupación de su territorio. La joven pasó 16 años en dos cárceles de Marruecos. Durante ese tiempo sufrió continuos malos tratos. "Cualquier ocasión era buena para pegarnos, insultarnos, humillarnos, lo mismo de día que de noche", relató ayer en San Sebastián. A ese trato se sumaban el hacinamiento y la inexistencia de "unas mínimas medidas de higiene y asistencia sanitaria", añadió.
La...
Fatma Salek fue apresada por la policía marroquí en marzo de 1976, cuando sólo tenía 18 años. Igual suerte corrieron sus padres y su hermana. Su delito: ser una familia saharaui que se oponía a la ocupación de su territorio. La joven pasó 16 años en dos cárceles de Marruecos. Durante ese tiempo sufrió continuos malos tratos. "Cualquier ocasión era buena para pegarnos, insultarnos, humillarnos, lo mismo de día que de noche", relató ayer en San Sebastián. A ese trato se sumaban el hacinamiento y la inexistencia de "unas mínimas medidas de higiene y asistencia sanitaria", añadió.
La presión internacional propició la liberación de Fatma y de su hermana en junio de 1991. Para entonces, sus padres ya habían muerto en la cárcel. "Pasamos nueve años en el territorio saharaui ocupado por Marruecos, sin posibilidad de trabajar, sin recibir ayuda alguna material o moral que pudiera subsanar las secuelas de tantos años en la cárcel", recordó.
Después de ese periodo de "libertad dentro de una cárcel mayor", en la que fueron "constantemente perseguidas y acosadas", las hermanas Salek se arriesgaron en octubre de 1999 a abandonar su país, desde donde llegaron a las Islas Canarias. Ahora residen en Tenerife y, desde su estatus de refugiadas, continúan denunciando la falta de libertad de sus compatriotas que permanecen en los territorios ocupados.
La segunda conferencia estatal de instituciones hermanadas y solidarias con el pueblo saharaui, que concluyó ayer en la capital guipuzcoana, sirvió de altavoz a Fatma para solicitar a los defensores de los derechos humanos y a las organizaciones que apoyan la autodeterminación del Sáhara que hagan todo lo posible para "romper el muro de silencio" impuesto por las autoridades marroquíes y sacar a la luz las pésimas condiciones en las que viven los saharauis en la zona ocupada.
La cita, desarrollada entre el jueves y ayer, ha contado con la participación de 250 personas procedentes de 140 instituciones y organizaciones no gubernamentales de toda España, que, junto a una importante delegación saharaui, han analizado la situación por la que atraviesa un contencioso que dura ya tres décadas. Al término de la conferencia, reclamaron a la ONU "una actitud más resuelta y firme" para lograr la aplicación del plan Baker, que prevé la celebración de un referéndum en el que el pueblo saharaui decida libremente su futuro.
Sus peticiones se extendieron a Marruecos y Francia. Al reino alauí le solicitaron que permita la entrada de juristas internacionales y organizaciones humanitarias a los territorios sometidos a "una ocupación ilegal", mientras que al Gobierno francés le demandan que deje de apoyar "la política expansionista de Marruecos".
Y a España, como "antigua potencia colonial y responsable del problema en sus orígenes", le exigieron que "restituya la deuda política y moral" que tiene con el Sáhara manteniendo "una posición firme de apoyo al plan Baker" y sabiendo "persuadir a Marruecos para que lo acepte".
En este sentido, las instituciones y organizaciones solidarias con el pueblo saharaui mantendrán "una presión permanente" al Gobierno español a través de todas sus actividades sociales y políticas. Por ejemplo, realizarán actos reivindicativos con motivo de la visita de José Luis Rodríguez Zapatero a Argel, prevista para mediados de julio.