Los artistas no son vacas lecheras
El cantante francés de rock Johnny Hallyday, que reclama 50 millones de euros a su casa de discos, ha afirmado ante la prensa que los artistas no deben ser considerados como "vacas lecheras" y que las discográficas deben tenerlo en cuenta. "Si no hubiese artistas no habría casas de discos", recordó el cantante, al margen de la audiencia celebrada el jueves en la Magistratura de Trabajo en la que pide a Universal 50 millones de euros en calidad de daños y perjuicios. El histórico rockero francés denunció los préstamos sucesivos concedidos por su casa de discos, a la que acusa de manipula...
El cantante francés de rock Johnny Hallyday, que reclama 50 millones de euros a su casa de discos, ha afirmado ante la prensa que los artistas no deben ser considerados como "vacas lecheras" y que las discográficas deben tenerlo en cuenta. "Si no hubiese artistas no habría casas de discos", recordó el cantante, al margen de la audiencia celebrada el jueves en la Magistratura de Trabajo en la que pide a Universal 50 millones de euros en calidad de daños y perjuicios. El histórico rockero francés denunció los préstamos sucesivos concedidos por su casa de discos, a la que acusa de manipularle y obligarle a aceptar "contratos leoninos", informó su abogado. En ese sentido, el artista pidió también a la justicia que anule su último contrato firmado con Universal, el 9 de diciembre de 2002, pues comporta cláusulas que son desventajosas para él. La sentencia se conocerá el próximo 2 de agosto, anunció el presidente del tribunal al término de la vista. A sus 61 años, Johnny Hallyday acusa a la empresa Universal Music France, con la que trabaja desde hace 42 años, de haberle engañado y "despojado" de parte de sus recursos y bienes. Hace unos meses, cuando tomó la decisión de accionar a la justicia, dijo que, pese a trabajar "como una bestia" desde hace décadas y ser una considerable fuente de ingresos de su discográfica, si le ocurriese algo no podría dejar nada a sus hijos, lo que le resulta "insoportable". Agregó que todo empezó a finales de los años setenta cuando Universal le propuso prestarle dinero para afrontar sus problemas con el fisco, que entre 1978 y 1996 totalizaron "unos cien millones de francos" (15,24 millones de euros), lo que le hizo entrar en "una espiral infernal".