Los socialistas acusan al PP de promover una campaña de "desprestigio" de la comunidad

En la recta final de la campaña de las elecciones europeas y como colofón a la polémica que ha acompañado la firma del acuerdo sobre la financiación autonómica, los socialistas acusaron ayer al PP y a su presidente regional, Javier Arenas, de promover una "campaña de desprestigio" de Andalucía, al acusar de "engaño" al PSOE por el pacto sobre la deuda y de electoralismo a los Gobiernos central y andaluz. El secretario de Organización, Luis Pizarro, instó al PP a votar a favor en el Congreso del decreto-ley de crédito extraordinario de 2.500 millones de euros a la comunidad autónoma.

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En la recta final de la campaña de las elecciones europeas y como colofón a la polémica que ha acompañado la firma del acuerdo sobre la financiación autonómica, los socialistas acusaron ayer al PP y a su presidente regional, Javier Arenas, de promover una "campaña de desprestigio" de Andalucía, al acusar de "engaño" al PSOE por el pacto sobre la deuda y de electoralismo a los Gobiernos central y andaluz. El secretario de Organización, Luis Pizarro, instó al PP a votar a favor en el Congreso del decreto-ley de crédito extraordinario de 2.500 millones de euros a la comunidad autónoma.

El secretario general del PP, Mariano Rajoy, calificó el pasado jueves en un mitin en Pontevedra de "acto publicitario de cara a las elecciones europeas" la firma del acuerdo de la deuda de la financiación del Estado con Andalucía, generada durante el mandato del popular José María Aznar.

La vicepresidente del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, eludió ayer contestar a Rajoy en la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros aunque sí quiso "aclarar a los ciudadanos" que el pago de la deuda a la Junta de Andalucía fue el cumplimiento de un compromiso de Rodríguez Zapatero de firmar un pago que acumulaba un gran retraso y que "no es una sorpresa para nadie", según recoge la agencia Efe. Fernández de la Vega llamó la atención sobre "los años que ha tardado en saldarse" la deuda con Andalucía.

Un tono más combativo emplearon los socialistas andaluces. El diputado por Cádiz Alfonso Perales acusó al PP y su presidente regional, Javier Arenas, de "auspiciar una campaña de desprestigio de Andalucía en el resto del país porque se dedica a decir en los mítines que la comunidad ha recibido un regalo del Gobierno central de 2.500 millones de euros". Perales añadió: "Hacen una campaña sucia, que daña la imagen de Andalucía convirtiéndola en un lamentable símbolo de los pedigüeños, el subsidio y la sopaboba".

En opinión de Perales, Arenas "quiere arrinconar Andalucía a través de la mentira, la calumnia y su falta de dignidad", lo que supone "una agresión intolerable, está engañando fuera de la comunidad sobre un pago que el PP nunca abonó".

El secretario de Organización, Luis Pizarro, lamentó las declaraciones de Rajoy: "Es una irresponsabilidad total porque a nosotros Rodríguez Zapatero no nos regala nada, lo que hace es reconocer los derechos de los andaluces"

Pizarro recordó que el pago de la deuda por importe de 2.500 millones de euros se hará mediante un crédito extraordinario con cargo a los Presupuestos Generales del Estado de 2004. El Gobierno central tiene previsto aprobar un decreto-ley que llevará para su validación al Congreso de los Diputados, por lo que el responsable socialista confió en que "el Partido Popular tenga un acto de solidaridad y responsabilidad con Andalucía y vote a favor de este decreto".

"Mal andaluz"

Este dirigente tachó de "mala persona" y "mal andaluz" a Javier Arenas por promover un recurso ante la Junta Electoral Central para evitar que se hiciera un uso electoral del acto de la firma del convenio de financiación, celebrado el pasado jueves en Madrid.

"A ningún andaluz de buena fe se le hubiera ocurrido tomar una iniciativa de estas características sabiendo que este dinero servirá para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos", dijo.

Pizarro aludió a la petición contenida en el recurso del PP de que los medios de comunicación de titularidad pública, tanto estatal como autonómica, se "abstuvieran" de dar cuenta del acto de la firma. Detrás de este gesto, a su juicio, "había un tufillo facistoide, porque pretendía silenciar a los medios de comunicación, evitando que pudieran dar información sobre un hecho tan importante".