ATAQUE A LAS FUERZAS DE SEGURIDAD

La munición Geco, habitual en las bandas del Este europeo

La munición de fabricación alemana Geco, especialmente la del calibre 45, no es habitual en la banda terrorista ETA, abonada a la 9 milímetros Parabellum, pero sí ha sido localizada en numerosas ocasiones en poder de mafias procedentes de los países del Este europeo. Esta munición es una de las oficiales de las armas cortas del Ejército de Estados Unidos, aunque habitualmente se utiliza en subametralladoras como la M-3 (Grease Gun) o la Tompson M1A1, armas que han caído en desuso. Pero también se monta en las Uzi, un subfusil que se fabrica tanto en dicho calibre como en el nueve. Y ese...

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La munición de fabricación alemana Geco, especialmente la del calibre 45, no es habitual en la banda terrorista ETA, abonada a la 9 milímetros Parabellum, pero sí ha sido localizada en numerosas ocasiones en poder de mafias procedentes de los países del Este europeo. Esta munición es una de las oficiales de las armas cortas del Ejército de Estados Unidos, aunque habitualmente se utiliza en subametralladoras como la M-3 (Grease Gun) o la Tompson M1A1, armas que han caído en desuso. Pero también se monta en las Uzi, un subfusil que se fabrica tanto en dicho calibre como en el nueve. Y ese arma sí ha sido utilizado por ETA.

El grueso calibre y su velocidad de salida provoca enormes daños al impactar, motivo por el que fue adoptada por el Ejército norteamericano (la Tompson fue una de las armas usadas en el desembarco de Normandía) en detrimento del calibre 38, también muy destructivo. Es también un arma habitual en las bandas callejeras de Estados Unidos, donde la posesión de un revolver (Colt o Smith & Welson) o una automática (HK y otras) del 45 se considera un signo de distinción.

El rastro de esta munición en España ha estado casi siempre vinculado a enfrentamientos entre grupos mafiosos. Por ejemplo, el pasado 30 de marzo la Guardia Civil desarticuló en Extremadura un grupo de narcotraficantes que tenían en su poder un rifle de la marca Marlin del calibre 45/70.

Encuentro casual

El uso de esta munición en el ataque contra los dos guardias civiles así como la hipótesis de que los agentes se toparon "de forma casual" con sus agresores mientras acudían a relevar a otros funcionarios que escoltaban un transporte peligroso, abona la idea en los investigadores de que los asesinos pudieran ser miembros de una banda del Este, según explicaron fuentes de la investigación.

"No se descarta nada de nada, pero ETA suele usar el calibre 9 milímetros parabellum y cuando ha utilizado subfusiles la munición suele ser la convencional 7,65 milímetros", según indicaron expertos antiterroristas.

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Los expertos consultados se inclinan por la posible participación en el doble crimen de un grupo de delincuentes albano kosovares. Bandas de esta procedencia se han especializado en el robo de polígonos industriales y de oficinas, pero suelen ir armados hasta los dientes. En ocasiones se han localizado en su poder pistolas ametralladoras del calibre 45, con cañón reemplazable para su uso con munición de 9 milímetros.

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