El parlamentario solitario

El diputado de IU Miguel Reneses saltó a la fama hace ahora justo un año al protagonizar el primer interrogatorio al diputado tránsfuga del PSOE, Eduardo Tamayo, en la comisión de investigación abierta en la Asamblea de Madrid para intentar desentrañar si la espantada de Tamayo y su compañera de partido María Teresa Sáez se debió a un caso de corrupción política. Su actuación, televisada como toda la comisión y con picos de audiencia nunca vistos en una retransmisión política, no fue muy brillante, según manifestaron incluso sus compañeros de grupo parlamentario. Trastabillaba, insistía en lla...

El diputado de IU Miguel Reneses saltó a la fama hace ahora justo un año al protagonizar el primer interrogatorio al diputado tránsfuga del PSOE, Eduardo Tamayo, en la comisión de investigación abierta en la Asamblea de Madrid para intentar desentrañar si la espantada de Tamayo y su compañera de partido María Teresa Sáez se debió a un caso de corrupción política. Su actuación, televisada como toda la comisión y con picos de audiencia nunca vistos en una retransmisión política, no fue muy brillante, según manifestaron incluso sus compañeros de grupo parlamentario. Trastabillaba, insistía en llamar "señor Tamaño" a Tamayo e, incluso, víctima de los nervios, perdía los papeles de su intervención, que terminaban desperdigados por los suelos.

Miguel Reneses (Quintanar de la Orden, Toledo; 24 de febrero de 1955) es profesor de EGB de enseñanza pública (funcionario) especializado en ciencias sociales. Fue concejal del Ayuntamiento de Fuenlabrada y hasta ayer era portavoz adjunto del grupo parlamentario de IU. Ocupó el máximo cargo de IU-Madrid, el de coordinador general, entre diciembre de 2000 y febrero de 2002, siendo posteriormente sucedido por Fernández. En la lista para las pasadas elecciones autonómicas, Reneses figuraba como miembro del sector más cercano a Fernández. Sin embargo, en diciembre de 2000 había sido elegido coordinador regional a propuesta del que entonces era cabeza del sector opuesto, el de Ángel Pérez.

Tanto diputados del PSOE como del PP le califican como un "parlamentario solitario con problemas para las relaciones sociales". De hecho, no era difícil ver solo a Reneses, tanto en la cafetería de la Asamblea como por los pasillos de la Cámara.