El héroe preventivo
Su héroe, a quien el inexpresivo Tom Jane presta sus marmóreos rasgos, es un vengador en la línea de tantos otros personajes de su ralea (desde los que interpretaba Charles Bronson hasta aquellos de los que malvive Steven Segal, por poner dos extremos). Es decir, servidores de la ley a los que mueve no la democrática administración del código penal, sino la elemental, palmaria ley del talión; seres que sólo parecen entender el lenguaje de los puños y las pistolas (convenientemente actualizados: del kárate y las armas pesadas, para entendernos): héroes prefascistas que se mueven en una sociedad...
Su héroe, a quien el inexpresivo Tom Jane presta sus marmóreos rasgos, es un vengador en la línea de tantos otros personajes de su ralea (desde los que interpretaba Charles Bronson hasta aquellos de los que malvive Steven Segal, por poner dos extremos). Es decir, servidores de la ley a los que mueve no la democrática administración del código penal, sino la elemental, palmaria ley del talión; seres que sólo parecen entender el lenguaje de los puños y las pistolas (convenientemente actualizados: del kárate y las armas pesadas, para entendernos): héroes prefascistas que se mueven en una sociedad que ha hecho del miedo y de la orgullosa autodefensa su único objetivo.
THE PUNISHER / EL CASTIGADOR
Dirección: Jonathan Hensleigh. Intérpretes: Tom Jane, John Travolta, Will Patton, Rebecca Romijn-Stamos, Roy Schreider, Laura Harring. Género: acción. EE UU, 2004. Duración: 124 minutos.
Sangre fría
De su atroz maniqueísmo da cuenta el objetivo que el filme persigue: hacer creíble la carnicería que el protagonista realiza contra quienes han eliminado a sangre fría a toda su familia, con la cual le hemos visto, faltaría más, retozar en el colmo de la felicidad un par de secuencias antes. De su factura poco hay que decir, salvo que lo que verdaderamente interesa, la explicitación de la violencia, está conseguido: absténgase cualquier espectador, no obstante, que pretenda entender en los comportamientos de los personajes algo que vaya más allá del estereotipo.
Es más bruta que un hacha de sílex, más previsible que un mal cómic, más estomagante en su gratuidad que la mayor parte de las películas de este tipo que hasta aquí llegan. Y es algo más: la justificación de la violencia contra la violencia: es sencillamente una llamada en pro de la guerra preventiva.