Necrológica:

Toshikazu Kase, diplomático japonés que participó en la firma de la rendición

Toshikazu Kase, diplomático japonés que participó en la firma de la rendición de su país a Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, murió a causa de un fallo cardiaco en su casa en Kamakura (al suroeste de Tokio), el pasado 21 de mayo. Tenía 101 años.

Kase fue el primer embajador de Japón ante la ONU en 1955 y trabajó para lograr la entrada del país asiático en ese organismo, lo que logró un año más tarde.

Nacido en Chiba (al este de Tokio) en 1903 en el seno de una dinastía de eruditos, Kase estudió en Estados Unidos, en el Amherst College en 1927 y en la Universidad de Harv...

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Toshikazu Kase, diplomático japonés que participó en la firma de la rendición de su país a Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, murió a causa de un fallo cardiaco en su casa en Kamakura (al suroeste de Tokio), el pasado 21 de mayo. Tenía 101 años.

Kase fue el primer embajador de Japón ante la ONU en 1955 y trabajó para lograr la entrada del país asiático en ese organismo, lo que logró un año más tarde.

Nacido en Chiba (al este de Tokio) en 1903 en el seno de una dinastía de eruditos, Kase estudió en Estados Unidos, en el Amherst College en 1927 y en la Universidad de Harvard después.

Entró en el sevicio diplomático nipón en 1925, al que sirvió en la Embajada de Berlín. Allí conoció a un joven político de rápida ascensión que con los años sería el Führer, Adolfo Hitler.

En su segundo puesto, en Londres, Winston Churchill fue un invitado frecuente en sus cenas.

Durante su vida, en la que también conoció a Joseph Stalin en Moscú en la preparación el pacto de no agresión con la Unión Soviética en 1941, Kase participó y fue testigo de primera línea en la evolución de Japón desde su expansión colonialista de principios del siglo XX, su posterior derrota bélica, hasta convertirse en un Estado democrático y en la segunda economía del mundo.

Este hábil superviviente consiguió mantener su lugar en la élite japonesa durante la mayor parte del pasado siglo, en el que pudo ver el cambio de fronteras y de intereses nacionales en una región en la que los tratados de paz y los acuerdos comerciales son poco frecuentes, y vivir el ascenso y caída de los principales imperios en el Pacífico, el británico, el japonés y el soviético.

El fin de semana de diciembre de 1941 en el que Japón atacó la base estadounidense de Pearl Harbor, Kase, que era jefe de la división para Norteamérica del Ministerio de Exteriores, estaba de guardia. Como secretario del ministro de Exteriores, Shigenori Togo, Kase contribuyó a la redacción del documento con el que Japón rompió sus negociaciones con Washington y declaró la guerra. Y en agosto de 1945, ayudó a redactar la versión inglesa del documento en el que Japón declaraba que aceptaría las condiciones de la Declaración de Postdam, con la que se puso fin al conflicto bélico.

Un mes más tarde, este veterano y destacado diplomático participó en la delegación nipona a bordo del buque de guerra estadounidense Missouri cuando Japón firmó formalmente los documentos que confirmaron su derrota incondicional.

Conocido por su talante conservador, Kase defendió siempre la tesis de que con la guerra Japón dio al traste con las ambiciones coloniales de Estados Unidos, Reino Unido, Holanda y Francia en Asia. Por ello se opuso en 1955 a la resolución en el Parlamento nipón en la que se instaba a su país a pedir perdón por los crímenes cometidos en la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, fue un gran defensor de la estrecha alianza de Japón con Estados Unidos en el periodo posterior al conflicto, actitud que, según él, surgió cuando esperaba del general Douglas MacArthur "la peor humillación" en la cubierta del Missouri y en lugar de "imponer una pena humillante, como hubiera podido hacer, abogó por la paz, la tolerancia y la justicia. Para mí fue una sorpresa total. Me emocionó más de lo que puedo expresar, me hechizó, me dejó estupefacto", señaló Kase.

Sus últimos destinos en la carrera diplomática fueron las embajadas de Yugoslavia y de Bulgaria. Tras jubilarse siguió siendo asesor gubernamental, actividad que compaginó con sus clases en la Universidad de Kioto de Estudios Extranjeros y con la publicación de columnas de opinión en un diario nipón.

Preguntado cuando cumplió cien años sobre la razón de su longevidad, Kase, al que le gustaba saberse entre uno de los más de 3.000 japoneses centenarios, respondió "no trabajar demasiado duramente".-

Toshikazu Kase.ASSOCIATED PRESS

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