OPINIÓN DEL LECTOR

Jauría

En esta hora en que he decidido escribir esta carta, todavía no me he repuesto de los momentos de miedo, impotencia y angustia que viví junto con seis padres y dos madres más el famoso Sábado 22-5-04, día de la boda de nuestros príncipes de Asturias, y no fue precisamente por asistir a la misma, sino por ir al pueblo de Alpedrete a ver jugar al fútbol a nuestros hijos, los cuales están en el Pegaso-Tres Cantos en la categoría de cadetes (14 a 16 años), y que tenían en contra del Club de Fútbol Atlético Alpedrete, categoría cadetes.

Comenzó el partido de fútbol, las gradas llenas de ...

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En esta hora en que he decidido escribir esta carta, todavía no me he repuesto de los momentos de miedo, impotencia y angustia que viví junto con seis padres y dos madres más el famoso Sábado 22-5-04, día de la boda de nuestros príncipes de Asturias, y no fue precisamente por asistir a la misma, sino por ir al pueblo de Alpedrete a ver jugar al fútbol a nuestros hijos, los cuales están en el Pegaso-Tres Cantos en la categoría de cadetes (14 a 16 años), y que tenían en contra del Club de Fútbol Atlético Alpedrete, categoría cadetes.

Comenzó el partido de fútbol, las gradas llenas de botellones, cristales..., imagino que de la noche anterior, y ya los animadores del Alpedrete comenzaron con insultos varios hacia el Pegaso-Tres Cantos y, menos bonitos, les llamaron de todo: maricones, pijos de mierda, hijos de puta, cuando termine esto os vais a enterar... Mientras algunos de los jugadores del Alpedrete también hacían lo mismo dentro del campo, finalmente expulsaron al portero y a un jugador por agresiones... Cuando terminaba el partido, uno de los jugadores se acercó a las gradas y les dijo a sus seguidores: "Id hacia los vestuarios y preparaos que esto ya está terminando...". Por cierto, perdieron 0-7. Ilusos de nosotros los padres, que nunca pensamos que se atreverían a nada.

Cuando nos disponíamos a salir del polideportivo municipal de Alpedrete, y todavía dentro de él, comenzó una maniobra de los citados animadores y algunos de los jugadores, que consistió en meterse entre nosotros, padres e hijos, y empezar a dar puñetazos por la espalda, empujones, patadas..., y uno de sus jugadores, con un mosquetón, golpeó a uno de los nuestros, primero en el pecho y luego en la cabeza, haciéndole una brecha que necesitó de cinco puntos de sutura en el centro de salud; a otros dos les dieron un puñetazo en el pómulo con un puño americano... A otra de las madres la tiraron al suelo, ya que se puso en medio para que no pegasen a su hijo... A nuestro masajista, que intentó quitar el mosquetón al jugador, le cogieron cinco de ellos y el del mosquetón decía: "Con él al suelo y a machacarle".

Nos siguieron hasta el autocar, y alrededor del mismo, y con nuestro jugador sangrando abundantemente por la cabeza,, el del mosquetón aún seguía insultándole y diciéndole que le iba a matar.

Finalmente, llegaron los agentes municipales y luego la Guardia Civil y nos llevaron al centro de salud y a poner la denuncia, ya que los de la "jauría" habían salido corriendo como conejos. Evidentemente, todo está denunciado ante la Guardia Civil, y a nivel de federación se está encargando el Club Pegaso Tres Cantos.

¿Qué ocurre con los padres? Que, por cierto, no había ni un solo padre de los del Alpedrete viéndoles jugar...

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