Un documental recoge planos montados por 30 alumnos de la UPF
El director de documentales ruso Victor Kossakovsky, junto con 30 estudiantes del master de documentales de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), ha editado Panorama, un trabajo en el que el autor da un sentido global a cada uno de los planos que han rodado los alumnos, los cuales dan cuenta de su visión personal de la ciudad de Barcelona. El vídeo, que se presentará mañana en el cierre del diálogo Input 2004, pretende ser "un poema" a partir de las expresiones particulares de los alumnos. Se trata, sostuvo el director ruso, de experimentar con la realidad y de poner énfasis en el montaje, y elim...
El director de documentales ruso Victor Kossakovsky, junto con 30 estudiantes del master de documentales de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), ha editado Panorama, un trabajo en el que el autor da un sentido global a cada uno de los planos que han rodado los alumnos, los cuales dan cuenta de su visión personal de la ciudad de Barcelona. El vídeo, que se presentará mañana en el cierre del diálogo Input 2004, pretende ser "un poema" a partir de las expresiones particulares de los alumnos. Se trata, sostuvo el director ruso, de experimentar con la realidad y de poner énfasis en el montaje, y eliminar el proceso preliminar de establecer un guión y una escaleta del rodaje.
Kossakovsky llegó a llorar cuando oyó que una de las alumnas manifestaba que nunca olvidaría la edición de este documental. "Fue sorprendente observar cómo vivió y sintió cada una de las panorámicas que tomamos. Nos llegó a sobrepasar a todos, pero lo cierto es que confiamos mucho en él", explicó la alumna Mònica Rovira.
La iniciativa surgió hace poco más de un mes y medio, cuando Kossakovsky aprovechó una visita a Barcelona para charlar con los alumnos del curso. Allí les propuso trabajar juntos usando su método: salir a la calle con la mente prácticamente en blanco. Se trataba de que cada alumno rodara una sola panorámica. "Yo estuve horas contemplando la escuela donde estudiaba de pequeña. Y al final me quedé con una niña que jugaba con una tortuga para plasmar la relación entre la niña y el animal", explicó Rovira.