OPINIÓN DEL LECTOR

Exámenes en junio

Anda el profesorado de Secundaria atareado con múltiples reuniones de departamento y del ETCP, etc. para cumplir y hacer cumplir el penúltimo disparate dictado por la Consejería de Educación: la realización de las pruebas extraordinarias de Secundaria dos días después de la evaluación ordinaria de junio. Y que nadie piense que se trata de una tarea simple, pues como todo desde hace tiempo viene adobado por informes individualizados de objetivos no superados, contenidos mínimos y toda esa burocracia interminable en que se ha convertido la educación.

La situación no es nueva desgraciadame...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Anda el profesorado de Secundaria atareado con múltiples reuniones de departamento y del ETCP, etc. para cumplir y hacer cumplir el penúltimo disparate dictado por la Consejería de Educación: la realización de las pruebas extraordinarias de Secundaria dos días después de la evaluación ordinaria de junio. Y que nadie piense que se trata de una tarea simple, pues como todo desde hace tiempo viene adobado por informes individualizados de objetivos no superados, contenidos mínimos y toda esa burocracia interminable en que se ha convertido la educación.

La situación no es nueva desgraciadamente y a ella se ha ido acostumbrando el profesorado entre muestras de cansancio y conformismo y es así desde que la política irrumpió en la educación, cambió todo el panorama educativo y convirtió al profesorado en mero ejecutor de no se sabe qué.

Anda el nuevo Gobierno atareado en cómo desmontar la ley que el anterior gobierno creyó que cambiaría algo, y una vez más proyectos de órdenes y decretos esperan derogar aquellos que a su vez derogaban otros. Pero el problema sigue siendo el mismo: una izquierda incapaz de soltar el lastre de su visión sesentayochista y falsamente llamada progresista de la enseñanza y una derecha incapaz de articular una alternativa sólida y creíble.

Mientras tanto, todo el mundo sigue atareado, unos dictando normas y construyendo el decorado de cartón piedra de la educación para todos y alabando nuestro sistema público, otros cumpliendo esas normas como un ejército disciplinado al que se le pide que no piense. Para bien o para mal, Cervantes sigue vigente.- J. Eduardo Rodríguez de Vicente. Mairena del Aljarafe (Sevilla).

¡Simplemente bochornoso! Cuando se nos informó de sus "instrucciones" sobre el calendario y el proceso de evaluación final de curso, lo único que podía oír a mi alrededor eran frases del tipo: "esto no puede ser", "esto es absurdo", "esto es ilógico, irracional".

Pero lo peor estaba por llegar. Tras la indignación, me hice la siguiente reflexión: ¿Cómo le explico a un padre que el boletín en blanco que le acabo de entregar (el día 22 de junio), no es un fallo de la impresora sino que su hijo no ha superado alguna, muchas o ninguna de las asignaturas? Y cuando le entregue los informes sobre los objetivos, contenidos y actividades de recuperación (tras hacerle firmar el correspondiente "recibí"), ¿con qué cara e digo que las asignaturas que no ha superado en un curso escolar, tiene que recuperarlas ¡al día siguiente!?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

No sé quién la asesoró, ni qué motivos políticos y/o económicos se esconden tras esta tomadura de pelo al profesorado, a los padres y, sobre todo, a los alumnos; pero me encantaría que usted lo hiciera por mí y verle la cara diciéndole a ese padre: "¡Por lo menos se ahorra las clases particulares!", porque sólo hay dos palabras para definir semejante situación: "¡Simplemente, bochornosa!".

Archivado En