Danielle Mitterrand hace una vibrante defensa del derecho al agua
La presidenta de la organización France Libertés, Danielle Mitterrand (Verdún, Francia, 1924), realizó ayer una vibrante defensa del derecho al agua durante su intervención en el espacio 141 preguntas para 141 noches. Aunque estaba previsto que se debatiera si los políticos tienen derecho a decidir sobre la vida de los ciudadanos, Mitterrand centró íntegramente sus intervenciones en la importancia del agua como recurso natural y la necesidad de que todos los pueblos tengan acceso a ella.
"Nadie tiene derecho a decidir sobre la vida de nadie", respondió en un primer momento a la c...
La presidenta de la organización France Libertés, Danielle Mitterrand (Verdún, Francia, 1924), realizó ayer una vibrante defensa del derecho al agua durante su intervención en el espacio 141 preguntas para 141 noches. Aunque estaba previsto que se debatiera si los políticos tienen derecho a decidir sobre la vida de los ciudadanos, Mitterrand centró íntegramente sus intervenciones en la importancia del agua como recurso natural y la necesidad de que todos los pueblos tengan acceso a ella.
"Nadie tiene derecho a decidir sobre la vida de nadie", respondió en un primer momento a la cuestión prevista, y acto seguido afirmó que el agua es el origen de todo en el mundo. "De la vida", dijo, "y por tanto un derecho básico". Mitterrand se mostró preocupada por la conversión progresiva del agua en "mercancía" y por su "privatización" en muchas zonas del mundo. "El agua como mercancía se convierte en veneno cuando debería ser fuente de vida", alertó.
Cuando el público asistente preguntó a la activista francesa qué pueden hacer los ciudadanos para preservar este derecho, Mitterrand respondió que "hay que presionar a los diputados para que hagan del agua una cuestión esencial en los parlamentos". La viuda de François Mitterrand criticó a las administraciones públicas que delegan la gestión del agua en empresas privadas. "Hay que luchar contra las multinacionales, presionar a los gobiernos para que no privaticen", señaló, y explicó que en algunas zonas de Colombia la negativa popular ha llevado a grandes corporaciones a renunciar a sus proyectos.