Entrevista:JØRGEN LETH | Director | NOTICIAS Y RODAJES

"Von Trier me hizo sufrir, pero el resultado me ha hecho feliz"

"La primera vez que la vi en un cine fue en la Bienal de Venecia", cuenta Leth. "Hubo una ovación de ocho minutos. 1.700 personas la aplaudieron de pie. Nunca había vivido nada igual. Después de eso habría podido caminar sobre el agua", afirma. "Peter Aaelbaek, uno de los socios de Zentropa, la productora de Von Trier, no dejaba de decirnos: 'Montasteis un ejercicio egocéntrico destinado a ser visto sólo en las escuelas de cine y tenéis un éxito".

A partir de ese corto, en 2000, el autor de Dogville convocó a Jørgen Leth para filmar cinco nuevas versiones ajustándose a cinco cond...

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"La primera vez que la vi en un cine fue en la Bienal de Venecia", cuenta Leth. "Hubo una ovación de ocho minutos. 1.700 personas la aplaudieron de pie. Nunca había vivido nada igual. Después de eso habría podido caminar sobre el agua", afirma. "Peter Aaelbaek, uno de los socios de Zentropa, la productora de Von Trier, no dejaba de decirnos: 'Montasteis un ejercicio egocéntrico destinado a ser visto sólo en las escuelas de cine y tenéis un éxito".

'Cinco condiciones' es un documental en el que se hacen cinco versiones de un corto anterior
"Me fascinaba esa idea esencial del discurso publicitario: 'Compre una vida perfecta"

A partir de ese corto, en 2000, el autor de Dogville convocó a Jørgen Leth para filmar cinco nuevas versiones ajustándose a cinco condiciones (las "obstrucciones" del título original se ajustan mejor a las "maldades" tramadas por Von Trier), que ponen a prueba la creatividad del veterano director. "Me hizo sufrir mucho durante el rodaje, pero el resultado me ha hecho muy feliz. Creo que el éxito de Cinco condiciones, que para mí es un ensayo sobre la estrategia de poner reglas al juego de filmar, algo que forma parte de mi credo, es el suspenso: nadie sabe si llegaremos a terminar el filme; hay un bueno (yo) y un malo (Lars) y pruebas cada vez más difíciles".

Von Trier propone a Leth "partir del perfecto y llegar al humano". ¿Cómo?, pregunta el veterano. "Usando cosas que causen dolor" (a Leth, claro), responde "el obstructor". Filmar en un lugar desconocido, responder las preguntas formuladas en el guión original, usar un máximo de 12 fotogramas por toma ("algo que me obligó a deconstruir mi propio lenguaje, porque es opuesto a lo que hago usualmente y a lo que me gusta hacer: usar tomas largas") son algunas de las restricciones impuestas por Von Trier. "Él sabía que no respondería con soluciones baratas, que me gusta correr riesgos y que el resultado sería artísticamente aceptable". Leth no duda, sin embargo, acerca de cuál fue la más "endiablada": "La tercera: filmar en completa libertad. Mi mente estaba preparada para reaccionar contra algo, y él me pidió que hiciera un filme nuevo, como si aquel original no hubiera existido".

Von Trier y Leth se conocieron a mediados de los setenta. "Yo trabajaba en el Instituto del Cine de Dinamarca y él estaba en la escuela. Una y otra vez se sentó a ver El perfecto humano, porque quería hacerme preguntas sobre la película. Se acercó y yo, que era muy arrogante, le dije que no tenía tiempo. Creo que, de algún modo, Cinco condiciones es su venganza", dice Leth sonriendo.

Jørgen Leth, el martes pasado en Madrid.MANUEL ESCALERA
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