Reportaje:OCIO SOLIDARIO | Puerta Abierta

Paciencia a raudales

María Lara dedica su tiempo libre a organizar actividades para chavales de un barrio deprimido del casco antiguo de Jaén

La jiennense María Lara tiene 21 años y confiesa que le apasionan los niños. Y no puede ser de otra manera, porque lidiar todas las tardes con un grupo de chavales con edades comprendidas entre los 2 y 12 años "a veces no es fácil", reconoce esta estudiante de Animación Sociocultural. La vida de María se convierte en un ir y venir. Por las mañanas asiste a sus clases en el IES Jabalcuz, dos tardes trabaja en colegios de la capital organizando actividades extraescolares para los alumnos y el resto del tiempo lo dedica, como voluntaria, a los chavales que de lunes a viernes se pasan por la sede ...

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La jiennense María Lara tiene 21 años y confiesa que le apasionan los niños. Y no puede ser de otra manera, porque lidiar todas las tardes con un grupo de chavales con edades comprendidas entre los 2 y 12 años "a veces no es fácil", reconoce esta estudiante de Animación Sociocultural. La vida de María se convierte en un ir y venir. Por las mañanas asiste a sus clases en el IES Jabalcuz, dos tardes trabaja en colegios de la capital organizando actividades extraescolares para los alumnos y el resto del tiempo lo dedica, como voluntaria, a los chavales que de lunes a viernes se pasan por la sede de la asociación Puerta Abierta de Jaén.

María conoció la asociación hace dos años cuando participó en unas jornadas sobre voluntariado organizadas por Puerta Abierta y la Agencia Andaluza del Voluntariado. "Por entonces yo no sabía qué quería hacer, aunque tenía claro que quería trabajar con niños. Cuando acabaron las jornadas me quedé en la asociación porque me gustó cómo se trabajaba y las actividades que desarrollaba. Y como una cosa lleva a otra, este año decidí matricularme en el ciclo formativo de Animación", relata.

Puerta Abierta nació en 1989 y se ubica en la calle Martínez Molina, en pleno casco antiguo de Jaén, una zona emblemática de la capital, pero también la más deprimida social y económicamente. "Se pueden hacer muchas cosas por el barrio y, trabajar con los niños, me parece una gran idea. No hay que irse muy lejos para ayudar y colaborar. Basta con echar un vistazo a nuestro alrededor", afirma la joven. Manuel Ortiz tiene 10 años y lleva dos años acercándose por la asociación con su hermano y su primo. "Lo que más me gusta es hacer talleres de manualidades. Ahora estamos haciendo móviles con los planetas que rodean a la Tierra", explica este niño.

En cambio, Juan Ramón Moyar, con sus 6 años recién cumplidos, se conforma con dibujar con ceras de colores y hacer figuras geométricas de plastilina. María, junto al resto de voluntarios, también organiza actividades deportivas y da clases de apoyo escolar: "Esto siempre le gusta más a los padres que a los niños, pero intentamos motivarlos a través de juegos que ayuden a su aprendizaje".

Esta jiennense sabe que podría dedicar su tiempo libre a otros menesteres, pero "no cambiaría por nada" los ratos que echa en la asociación. "Incluso en las vísperas de los exámenes me gusta venir un ratito", destaca María, que ahora tiene en mente organizar un grupo de teatro: "Queremos que sean los chavales quienes escojan un cuento, lo adapten y que ellos mismos creen los decorados y diseñen su vestuario con cartulinas. Así hacemos de todo un poco: trabajamos la lectura, la memoria, hacemos manualidades y aprendemos a trabajar en grupo".

"Aunque tendremos que armarnos de paciencia porque poner de acuerdo a todos los niños y conseguir que atiendan y que hagan caso", comenta pensativa.María es consciente de que no todos comparten su forma de pensar y de ver la vida. "Muchos piensan que ser voluntario es perder el tiempo. Yo lo único que sé es que me siento bien haciendo esto y para mí es suficiente. Y aunque no se consiga nada material a cambio, más de uno tendría que probarlo", añade.

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Orígenes de barrio

Puerta Abierta nació en 1989 como centro de ocio de la mano de los jóvenes del barrio de San Bartolomé, cuya parroquia les cedió las instalaciones que hoy día todavía se encuentran en el número 7 de la calle Martínez Molina. En 1992 se constituyó como asociación y entre sus objetivos se encuentran los de ofrecer un lugar de encuentro, convivencia y entretenimiento a todo aquel que se acerque hasta ella. "Siempre nos hemos centrado en promocionar culturalmente a los jóvenes del barrio y a enseñarles a organizar su tiempo libre con sus propias diversiones", cuenta Beatriz Tello, voluntaria y durante muchos años presidenta de Puerta Abierta.

La generación de voluntarios formada por María y sus amigos, Elena Gámez y Miguel Ángel Díaz, es ya la tercera tanda que pasa por la asociación. "Cuando empezamos hace un año, la asociación, aunque siempre ha estado activa, estaba un poco dormida y apenas aparecían niños por la sede", relata María. Ahora tienen cerca de una treintena que se pasean por las instalaciones de Puerta Abierta como si fueran por su misma casa. Hasta aquí vienen chicos del barrio de San Bartolomé, San Juan o La Merced, del caso antiguo y, como lamentan los vecinos, "los más olvidados".

Actualmente la asociación desarrolla varios proyectos como programas de voluntariado y el programa de ocio y tiempo libre Ocúpate que, por segundo año consecutivo, persigue la realización de actividades de carácter social, cultural y entretenimiento con jóvenes y niños de la zona sur de Jaén. Además, Puerta Abierta colabora con un proyecto dirigido a los niños de la calle de Ceuta. "Un voluntario nuestro viajó hasta allí y cuando volvió trabajá con los niños jiennenses para sensibilizarles y hacerles llegar otras realidades. También realizamos actividades como teatro o cine para recaudar fondos que se envían a Ceuta", añade Beatriz. Para el verano están preparando un campamento.

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