El Gobierno cambia de subdelegados en Málaga y Granada por errores técnicos

Aurora Santos, que había sido propuesta por el delegado del Gobierno en Andalucía como subdelegada en Málaga no puede ejercer el cargo. Los servicios jurídicos del Estado han informado desfavorablemente el nombramiento, que debía ratificar el ministro del Interior, ya que la subdelegación del Gobierno debe recaer en un funcionario de la administración general del Estado y con el máximo nivel en la escala. Santos es juez, y como tal pertenece a la administración de justicia, que está excluida de la del Estado, pese a que en ambos casos se trate de la función pública, y tiene una escala diferent...

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Aurora Santos, que había sido propuesta por el delegado del Gobierno en Andalucía como subdelegada en Málaga no puede ejercer el cargo. Los servicios jurídicos del Estado han informado desfavorablemente el nombramiento, que debía ratificar el ministro del Interior, ya que la subdelegación del Gobierno debe recaer en un funcionario de la administración general del Estado y con el máximo nivel en la escala. Santos es juez, y como tal pertenece a la administración de justicia, que está excluida de la del Estado, pese a que en ambos casos se trate de la función pública, y tiene una escala diferente.

En los últimos cuatro años, Santos ha sido delegada provincial de la Consejería de Justicia, función que si podía desempeñar porque es un cargo público de libre designación del Gobierno autonómico para el que no se requiere ser funcionario.

Santos reconoció ayer estar "muy sorprendida" y admitió que cuando recibió la propuesta para el cargo no reparó en estos impedimentos reglamentarios. Dijo aceptarlos con naturalidad, aunque nunca ha compartido las diferencias de consideración entre funcionarios públicos.

El Gobierno nombró anoche subdelegado en Málaga a Hilario López Luna, que fue diputado por el PSOE entre 1982 y 1989, concejal de Economía y de Urbanismo en la capital de la provincia (1991-95) y presidente de la Confedración Hidrográfica del Sur en dos etapas.

Nuevos nombramientos

En el caso de Luis Rubiales, el ex alcalde socialista de Motril cuyo nombramiento como subdelegado del Gobierno en Granada se frustró en la madrugada de ayer después de hacerse público, el problema no era la administración a la que perteneciera, sino su escalafón. Su condición de profesor de Educación Secundaria lo integra en el grupo B de funcionarios de la administración general del Estado, lo que le impide acceder al cargo.

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Rubiales es licenciado en Filosofía y Letras, por lo que puede modificar su estatus para alcanzar el grupo A. Pero según declaró ayer a la agencia Efe, nunca llegó a pedir el ascenso. La confusión según el ex alcalde socialista, se produjo en la delegación de Gobierno en Andalucía y el ministerio del Interior, donde se dio por supuesto que cumplía los requisitos para el cargo al comprobar que en su currículo constaba su título de licenciado. "Nadie reparó en ello y desde luego yo lo desconocía", dijo Rubiales. "Si no, no se hubiera organizado este follón, porque el principal perjudicado soy yo", añadió.

El nuevo subdelegado del Gobierno en Granada será Antonio Cruz, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Granada entre 1995 y 1999, y primer teniente de alcalde hasta las municipales de 2003. Como Rubiales, es licenciado en Filosofía y Letras y profesor de Educación Secundaria.

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