Tribuna:AUTOMOVILISMO | Gran Premio de San Marino de fórmula 1

El hombre del milagro

Las cosas no ocurren por suerte o por el don de una varita mágica. Y menos en la fórmula 1. Los buenos resultados de BAR Honda esta temporada tienen nombre y apellidos. Desde que la marca japonesa incorporó al director técnico Geoff Willis, un gran experto en aerodinámica, las cosas cambiaron sustancialmente en la escudería BAR. Como de costumbre, Frank Williams se equivocó al pensar que podía retenerle simplemente porque estaba en una de las mejores escuderías. Le dejó marchar para ahorrarse dinero de personal y poder invertirlo en los coches, siendo fiel a su filosofía, y ahora paga las cons...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Las cosas no ocurren por suerte o por el don de una varita mágica. Y menos en la fórmula 1. Los buenos resultados de BAR Honda esta temporada tienen nombre y apellidos. Desde que la marca japonesa incorporó al director técnico Geoff Willis, un gran experto en aerodinámica, las cosas cambiaron sustancialmente en la escudería BAR. Como de costumbre, Frank Williams se equivocó al pensar que podía retenerle simplemente porque estaba en una de las mejores escuderías. Le dejó marchar para ahorrarse dinero de personal y poder invertirlo en los coches, siendo fiel a su filosofía, y ahora paga las consecuencias.

Willis trabajó en el chasis y, sobre todo, en el túnel de viento, hasta convertir el BAR Honda en un coche muy competitivo. Y David Richards, el jefe de equipo, acertó también al dejar los neumáticos Bridgestone -cuya principal preocupación es Ferrari- para incorporarse a la familia de los Michelin. La marca francesa de gomas ha presentado un producto muy competitivo para la carrera de Imola. Y éste ha sido uno de los elementos que le permitió a Jenson Button robarle la primera pole position de la temporada a Michael Schumacher, algo que no es nada fácil, y mantener ayer un fuerte ritmo de carrera hasta concluir en segunda posición, la mejor clasificación de su vida.

Más información

Salido de la fórmula Ford, que ganó en 1998, y de la F-3 inglesa, en la que acabó tercero tras ser nominado revelación del año, Button debutó en la F-1 sustituyendo a Alex Zanardi en Williams en 2000, teniendo como compañero a Ralf Schumacher. Aunque apuntó ya sus dotes de pilotaje, aquello no funcionó porque debió soportar un exceso de presión. Y tampoco acertó cuando cambió a Benetton, al año siguiente, porque allí fue literalmente destrozado por Giancarlo Fisichella. El año pasado fichó por BAR y se convirtió en una pesadilla para su compañero y líder del equipo, el canadiense Jacques Villeneuve.

Ahora, con la confianza de ser el primer piloto, Button muestra una línea ascendente y tiene la moral muy reforzada, después de haber hecho dos terceros puestos y un segundo consecutivos. Su salida en carrera fue perfecta y demostró que Honda tiene el arranque mejor resuelto incluso que Ferrari. Y si perdió la carrera fue porque luchaba contra Michael Schumacher y contra Ross Brawn, dos grandes expertos en estrategia de carreras, que agotaron el depósito del Ferrari del alemán para arañar los segundos necesarios para lograr en los boxes lo que no habían conseguido en la pista: coger el liderato. Schumacher dejó ayer en evidencia a Rubens Barrichello. Y Alonso realizó otra gran carrera, sabiendo aprovechar también la estrategia para poder acabar cuarto y acosando a Montoya en las últimas vueltas.

Joan Villadelprat fue director de Benetton y Prost y jefe de mecánicos de Ferrari

Archivado En