Retenciones de 13 kilómetros en el ecuador de la Semana Santa

Las retenciones superaron los 13 kilómetros el jueves en varias carreteras de la Comunidad Valenciana, en el ecuador de la Operación Especial de Tráfico de Semana Santa. La más congestionada fue la N-234 a su paso por Segorbe, en dirección Teruel, seguida de la A-3 a la altura de Chiva en sentido Madrid. De madrugada un hombre moría tras chocar su coche contra un camión en Otos.

El accidente se produjo a las 6.40 al chocar frontalmente un coche contra vehículo pesado en término de Otos (La Vall d'Albaida), en el kilómetros 11,600 en sentido Gandia. Fue el siniestro más grave en una oper...

Las retenciones superaron los 13 kilómetros el jueves en varias carreteras de la Comunidad Valenciana, en el ecuador de la Operación Especial de Tráfico de Semana Santa. La más congestionada fue la N-234 a su paso por Segorbe, en dirección Teruel, seguida de la A-3 a la altura de Chiva en sentido Madrid. De madrugada un hombre moría tras chocar su coche contra un camión en Otos.

El accidente se produjo a las 6.40 al chocar frontalmente un coche contra vehículo pesado en término de Otos (La Vall d'Albaida), en el kilómetros 11,600 en sentido Gandia. Fue el siniestro más grave en una operación, la de Semana Santa, que el jueves registró retenciones de más de 13 kilómetros en la N-234, a su paso por Segorbe en sentido Teruel y en la A-3 hacia Madrid a la altura de Chiva. La niebla en puntos como Siete Aguas, Buñol y Requena, que prácticamente fue constante durante todo el día, causó circulación con paradas durante unos 20 kilómetros en ambos sentidos. Además, la N-332 presenta tráfico lento de cinco kilómetros en Torrevieja (Alicante), en sentido Cartagena, según fuentes del Centro de Gestión de Tráfico.

En Castellón, Tráfico recomendó precaución desde el kilómetro 50 al 63 de la N-234, a su paso por Viver, debido a la niebla. Durante toda la tarde del jueves, los accesos a zonas de la costa, desde Vinaròs a Benidorm pasando por Benicàssim, Gandia o Dènia registraron circulación muy intensa con paradas intermitentes.

La lluvia, además de la dificultad que supone en la conducción, actuó el jueves como elemento para diferir las salidas y llegadas a las grandes ciudades y especialmente a los municipios de segundas residencias. Situación agravada porque el mal tiempo afectó también a Madrid, Castilla La Mancha, Aragón y Cataluña.