Análisis:BOLSAS

Desestabilización

El terrorismo se ha convertido en una variable determinante del comportamiento de los inversores, independientemente de quien asuma la autoría de los hechos y del país en que se produzcan. En esta ocasión se echó mano de la expresión "tensión geopolítica" para evitar referencias directas a los autores de la última masacre en Oriente Medio, pero la respuesta de los inversores fue la misma: huir lo más rápidamente posible de unos mercados en los que no hay garantías de estabilidad.

El Ibex 35 perdió el 1,92% y se acerca otra vez a los 7.700 puntos, que incluso dejó atrás en algunos moment...

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El terrorismo se ha convertido en una variable determinante del comportamiento de los inversores, independientemente de quien asuma la autoría de los hechos y del país en que se produzcan. En esta ocasión se echó mano de la expresión "tensión geopolítica" para evitar referencias directas a los autores de la última masacre en Oriente Medio, pero la respuesta de los inversores fue la misma: huir lo más rápidamente posible de unos mercados en los que no hay garantías de estabilidad.

El Ibex 35 perdió el 1,92% y se acerca otra vez a los 7.700 puntos, que incluso dejó atrás en algunos momentos, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid caía el 1,82% y cerraba en 811,38. El Ibex 35 entra de nuevo en pérdidas anuales y el índice madrileño aún mantiene una ganancia del 0,42%.

La última vuelta de tuerca a la "tensión geopolítica" en Oriente Medio afectó a los mercados europeos ya desde la apertura, pues llueve sobre mojado, y los inversores más ágiles no dudaron en dar por concluida su presencia en los mercados en tanto el panorama internacional no discurra por otros cauces. Las grandes bolsas de la UE sufrieron caídas que superaron el 2% en medio del desánimo más completo y, en esos momentos, todavía sin evaluar las repercusiones sobre la incipiente recuperación económica. La Bolsa de París cayó el 2,05% y la de Francfort el 2,35%, mientras que Londres bajaba el 1,90%.

El mercado estadounidense tampoco consiguió sustraerse a unos hechos cuya gravedad a nadie se le escapa y a media sesión el Dow Jones bajaba el 1,25% y se ponía en peligro la permanencia de ese índice por encima de los 10.000 puntos, una barrera psicológica que, de traspasarse, podría traer serias consecuencias para el conjunto de los mercados de valores.

La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 2.726,30 millones de euros, cifra que se veía respaldada por los casi 1.000 millones de euros que movieron las instituciones.

Si alguna consecuencia podía sacarse de inmediato, al menos en el mercado español, es que nadie estaba dispuesto a asumir unos riesgos imposibles de medir en este momento.

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