El asesinato de un ministro provoca combates en el oeste de Afganistán

Más de cien muertos en la lucha entre una facción y el Gobierno

Más de 100 personas murieron ayer en los combates desatados tras el asesinato del ministro afgano de Aviación, Mirwais Sadiq, hijo del poderoso gobernador de la provincia de Herat, al oeste de Afganistán, Ismail Jan, conocido como el León de Herat. Su portavoz declaró que Sadiq fue alcanzado por una granada cuando se disponía a entrar en su automóvil y acusó al comandante gubernamental del ataque.

Este comandante, Zahir Nayebzada, que obedece al Gobierno central de Kabul, tiene una versión muy diferente de lo ocurrido ayer y acusa a las fuerzas leales a Ismail Jan de haber provoc...

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Más de 100 personas murieron ayer en los combates desatados tras el asesinato del ministro afgano de Aviación, Mirwais Sadiq, hijo del poderoso gobernador de la provincia de Herat, al oeste de Afganistán, Ismail Jan, conocido como el León de Herat. Su portavoz declaró que Sadiq fue alcanzado por una granada cuando se disponía a entrar en su automóvil y acusó al comandante gubernamental del ataque.

Este comandante, Zahir Nayebzada, que obedece al Gobierno central de Kabul, tiene una versión muy diferente de lo ocurrido ayer y acusa a las fuerzas leales a Ismail Jan de haber provocado el incidente con el objetivo de hacerse con el mando de su división, la 17ª. Según Nayebzada, Sadiq perdió la vida cuando irrumpió en su residencia. "Penetró con sus hombres en mi casa y los combates comenzaron allí. No he matado a Sadiq. Fue alcanzado durante la lucha y murió poco después. Más de 100 personas de los dos bandos han perecido en los combates", afirmó Nayebzada, según informa Reuters desde Kabul.

En el atentado también murieron el jefe de la Seguridad provincial y el director de la Agencia Antidroga, que se encontraban al parecer en el automóvil del ministro.

Los testigos aseguran que hubo un ataque previo al de Sadiq contra el mismo Ismail Jan, padre del ministro muerto, y hombre fuerte de Herat, ciudad situada a 600 kilómetros al oeste de la capital. Jan salió ileso de ese atentado, que su entorno niega.

El asesinato de Sadiq revela la difícil situación que atraviesa Afganistán, donde las rivalidades entre los distintos señores de la guerra y el escasísimo control del Gobierno de Hamid Karzai sobre ellos y sus ejércitos privados impiden la formación de un verdadero Estado. Estas milicias regionales son una rémora de los años de resistencia contra la invasión soviética, en los que cada etnia creó sus propios grupos armados, a menudo con apoyo logístico de Estados Unidos.

El León de Herat defendió esa provincia del oeste de Afganistán frente a los soviéticos y durante el régimen del asesinado presidente Mohamed Najibulá se convirtió en gobernador, en 1992, y ascendió a general. Pero además, Ismail Jan hizo de Herat un importante nudo de comercio y de comunicaciones entre Afganistán, Irán y Tukmenistán, hasta que el régimen talibán le obligó a volver a la lucha en las montañas tras perder, en septiembre de 1995, la provincia que había gobernado como un reino de taifa.

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Invasión de EE UU

Tras la invasión de Estados Unidos para deponer el régimen talibán y expulsar a los militantes de Al Qaeda que se habían incrustado en el régimen fundamentalista, las fuerzas de Ismail Jan reconquistaron Herat en noviembre de 2001 y el general volvió a hacerse fuerte en su feudo natural sin permitir control alguno al Gobierno de Kabul. Desde entonces, ejerce su poder con el Ejército privado de siempre y sin permitir injerencias.

Los combates de ayer ponen de manifiesto hasta qué punto la situación de Afganistán es inestable pese a los denodados esfuerzos de pacificación que realizan las tropas de la Alianza Atlántica, entre ellos soldados españoles, cuyo marco de actuación se limita a la capital y rara vez se adentran en las provincias controladas por los señores de la guerra.

Mirwais Sadiq es el tercer ministro de Karzai asesinado. Su predecesor en la cartera de Aviación, Abdul Rahman, fue tiroteado y muerto en el aeropuerto de Kabul, hace un año.

En las últimas semanas había noticias de diferencias entre Ismail Jan y Nayebzada, enfretados por varios nombramientos en el gobierno regional, pero nada hacía presagiar una lucha en la que llegaron a emplearse carros de combate.

El presidente Karzai se mostró impactado por la muerte de su ministro y así lo hizo saber tras una reunión de urgencia del Gabinete. El presidente afgano apoyado por Occidente ha ordenado una investigación y el envío urgente de delegados a la provincia de Herat para aclarar lo sucedido.

El propio Karzai sufrió un intento de asesinato en septiembre de 2002 cuando visitaba la ciudad de Kandahar, en el sur, la que fuera capital de los talibanes. Su seguridad depende de las tropas estadounidenses. Para Washington, Karzai es el único hombre capaz de mantener más o menos unido el país e impedir un eventual regreso de los extremistas.

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