El Artium invita a dialogar a las obras de distintas épocas de 69 creadores contemporáneos

'Rumbos' es la tercera selección de la colección permanente del museo alavés

La colección del Artium cuenta con más de 2.000 obras que recorren el arte español de los últimos cien años, una cantidad imposible de presentar en una sola exposición. Así lo entendió desde el principio el equipo de Javier González de Durana, director del museo, que se propuso exhibir en sucesivas fases la colección. Hoy se inaugura la tercera selección, Rumbos, un itinerario por 69 artistas, con dos obras de cada uno, separadas por varios años en su ejecución, que muestran la evolución personal y las vinculaciones entre épocas y tendencias creadoras distintas.

Hay artistas que ...

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La colección del Artium cuenta con más de 2.000 obras que recorren el arte español de los últimos cien años, una cantidad imposible de presentar en una sola exposición. Así lo entendió desde el principio el equipo de Javier González de Durana, director del museo, que se propuso exhibir en sucesivas fases la colección. Hoy se inaugura la tercera selección, Rumbos, un itinerario por 69 artistas, con dos obras de cada uno, separadas por varios años en su ejecución, que muestran la evolución personal y las vinculaciones entre épocas y tendencias creadoras distintas.

Hay artistas que se mantienen fijos en una trayectoria personal, caso de Ruiz Balerdi o Miquel Navarro; otros investigan en distintos campos casi simultáneamente, como Oteiza; también están los que prefieren cambiar de disciplina creadora, tal es el caso de Palazuelo o Chillida; no faltan los que, manteniendo unos mismos intereses temáticos desde la misma disciplina, renuevan su lenguaje expresivo, como Sicilia. Y están los inconfundibles, como Picasso, Saura o Dalí.

Estos tres últimos son los anfitriones en el recorrido que establece Rumbos. Sus obras reciben al visitante en el primer espacio del Artium, de los diez en los que se ha dividido la gran sala Sur del museo de Vitoria, de 1.500 metros cuadrados. Si en las anteriores exposiciones de la colección permanente se había apostado por una exhibición abierta, en esta ocasión se ha preferido que el diálogo entre las obras de cada artista sea más íntimo, sólo en conversación con otros creadores afines.

En la primera sala se han dispuesto los representantes de las vanguardias clásicas. Con los ya citados, se encuentran Fermín Aguayo, Francisco Bores, Óscar Domínguez o Alberto Sánchez, que muestran cómo, hasta en los artistas en plena madurez, la creación supone una reflexión continua.

El siguiente paso de la muestra recoje los más jóvenes creadores, como Ibon Aranberri, Txuspo Poyo o Francisco Ruiz de Infante. Aquí ya se nota la ausencia completa de directrices, la investigación pura y dura, con el empleo de cualquier material y últimas tecnologías.

Las siguientes ocho salas tratan de dialogar con el resto de las 142 obras expuestas. Por ejemplo, la geometría de Palazuelo introduce una sala que concluye en el pop de Luis Gordillo y Ángel Orcajo; Tàpies, rotundo como siempre, llega después de una interesante muestra de la evolución en la abstracción de Gerardo Rueda, y Lucio Muñoz conversa (aunque no tengan mucho que ver salvo el apellido) con el recientemente fallecido Luis Muñoz.

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Inconfundibles

Algunos son inconfundibles, como Cristina Iglesias o Miquel Barceló. El pintor mallorquín mantiene la misma expresividad creadora en sus dos lienzos, a pesar de los nueve años de distancia entre ellos (Le peintre avec pinceau bleu, de 1983, y 4 Pendus, de 1992). De Andrés Nágel se ofrece la obra inédita Figura colgando ropa, de 1974.

Otros muestran evoluciones curiosas, tal es el caso de Txomin Badiola y Pello Irazu: los dos están representados en su primera etapa con sendas esculturas en hierro, rotundas y herméticas, mientras que en la obra reciente muestran interés por resoluciones más sencillas, en dos dimensiones, aunque no olviden su interés por el volumen.

Rumbos incorpora una novedad. La apertura de una nueva vía expositiva de la colección permanente del Artium: el diálogo con los fondos de otros museos. En esta ocasión el elegido ha sido el Reina Sofía de Madrid que ha prestado para esta exposición sendas obras de Dalí, Ángel Ferrán, Óscar Domínguez, Alberto Sánchez y Luis Fernández. También hay aportaciones del Ayuntamiento de Vitoria y de la galería Guillermo de Osma.

Como señaló ayer el responsable de la colección permanente, Daniel Castillejo: "Se trata de un mapa de aventureros del arte que investigan el mundo de las ideas, de las formas, de los códigos expresivos. Todos ellos conforman la realidad del arte del siglo XX y XXI en nuestro país, pero trasladable a cualquier rincón del mundo".

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