ELECCIONES 2004

Cautela y alegría en el PSOE y estupor popular

"¡No es posible!". "¿No pasará como en anteriores recuentos?". Eran los comentarios, en un clima de cautela y euforia contenida, más comunes entre los militantes y simpatizantes socialistas ante los primeros resultados del escrutinio de los comicios generales de ayer. En la mente de los afiliados del PSPV estaban frescos recientes fiascos, cuando los primeros avances del escrutinio les daban provisionalmente ganadores, aunque al final acaban perdiendo en favor del PP.

Pero apenas una hora más tarde, cuando el escrutinio superó el 80%, en la sede del grupo parlamentario socialista, radic...

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"¡No es posible!". "¿No pasará como en anteriores recuentos?". Eran los comentarios, en un clima de cautela y euforia contenida, más comunes entre los militantes y simpatizantes socialistas ante los primeros resultados del escrutinio de los comicios generales de ayer. En la mente de los afiliados del PSPV estaban frescos recientes fiascos, cuando los primeros avances del escrutinio les daban provisionalmente ganadores, aunque al final acaban perdiendo en favor del PP.

Pero apenas una hora más tarde, cuando el escrutinio superó el 80%, en la sede del grupo parlamentario socialista, radicada en la calle Alona de la capital, estalló la alegría por la victoria global del PSOE. La gesta de su líder Rodríguez Zapatero minimizó los adversos resultados parciales en la circunscripción alicantina, donde el PP ganó (seis por cinco diputados). Con el recuento de votos al cien por cien la joven cabeza de lista, Leire Pajín, salió de su cuartel general para saludar a sus incondicionales. La líder socialista definió, primero, la noche electoral, como "la noche de la democracia y del cambio". Pajín también tuvo un primer recuerdo para las víctimas del atentado terrorista en Madrid. La cabeza de lista del PSPV resaltó la alta participación de los alicantinos en las elecciones, "lo que refuerza su compromiso con la democracia" y aseguró que el PSOE "gobernará con la ilusión de hacer un país mejor y en libertad".

Antes, el coordinador de campaña del PSOE en Alicante, Antonio Amorós, destacó que "es cierto que hemos registrado un importante avance respecto a 2000", mientras el PP "está perdiendo progresivamente el apoyo de la ciudadanía". En una segunda comparecencia ante los medios de comunicación, Amorós resaltó el incremento de la participación de la ciudadanía, a la que agradeció "el importante compromiso cívico y democrático de la participación ciudadana y del Estado de Derecho".

En el otro extremo de la ciudad, en la sede del PP, sita en calle Juan Bautista Lafora, el ambiente era radicalmente distinto: la victoria parcial no fue suficiente para ocultar la amargura y decepción por la derrota global. Los responsables de campaña deambulaban de un sala a otra de la sede mirando de reojo a las pantallas de los televisores que, dato a dato, daban carta de naturaleza a la victoria de los correligionarios de Rodríguez Zapatero.

El cabeza de cartel, el ministro de Defensa, tampoco habló a sus seguidores hasta que finalizó el recuento de votos. Luego, apenas unas decenas de simpatizantes se pasaron por los salones del hotel contiguo donde los populares tenían previsto coronar la jornada. Aquí, ningún dirigente, a la espera de la confirmación oficial de los resultados, compareció para hacer ni tan siquiera una valoración provisional de sus resultados.

Tampoco era más optimista el ambiente que reinaba en la sede de Esquerra Unida. Allí, los militantes de la coalición arroparon a su cabeza de lista al Congreso de los Diputados, el joven concejal de Monforte del Cid, José Francisco Lifante, hasta que se confirmó que se quedaba sin acta. Una vez más, EU vió frustradas sus expectativas de unos mejores resultados.

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