ELECCIONES 2004

La abstención fue del 23,01%, la segunda más baja de la historia

Los manuales sobre electoralismo en España dicen que la abstención favorece a las derechas y, por tanto, en sentido contrario, a mayor participación, más beneficio de votos para las izquierdas. Se dice que el electorado de derechas vota en cualquier circunstancia y en todas las citas electorales, y que el de izquierdas, más renuente, lo hace cuando tiene un motivo o cuando alguien sabe apelar a sus instintos más primarios. En Cataluña, además, los manuales también señalan que, tradicionalmente, hay un tipo de abstención que se registra en las autonómicas y que desaparece en las generales. Los ...

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Los manuales sobre electoralismo en España dicen que la abstención favorece a las derechas y, por tanto, en sentido contrario, a mayor participación, más beneficio de votos para las izquierdas. Se dice que el electorado de derechas vota en cualquier circunstancia y en todas las citas electorales, y que el de izquierdas, más renuente, lo hace cuando tiene un motivo o cuando alguien sabe apelar a sus instintos más primarios. En Cataluña, además, los manuales también señalan que, tradicionalmente, hay un tipo de abstención que se registra en las autonómicas y que desaparece en las generales. Los teóricos aclaran que se trata del voto de un determinado sector de origen inmigrante, que no se siente tan motivado para acudir las urnas autonómicas y, en cambio, sí lo hace en las generales.

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En el conjunto de Cataluña, la abstención fue ayer del 23,01%, la segunda más baja de la historia reciente. La menor se registró en las primeras legislativas de 1977, con el 20,7%. Por tanto, de acuerdo con la lógica anterior, ayer las izquierdas ganaron ampliamente a las derechas en las cuatro provincias catalanas.

Precedente

En las legislativas de 1993, en las que José María Aznar se presentaba por primera vez frente a Felipe González y en las que todos los sondeos daban por ganador al PP, en Cataluña el porcentaje de electores que se quedó en su casa fue del 24,1%. Seguramente este dato, extrapolado al resto de España, explicó que el PSOE pudiera continuar en el ejercicio del poder, eso sí, con la ayuda exterior de CiU. En las autonómicas de 1992, la abstención en las cuatro provincias catalanas fue del 45,1% y en las locales de 1991, del 42%.

En las generales de 2000, en las que el PP logró una holgada mayoría absoluta, la que ha permitido a Aznar hacer caso omiso de las peticiones de comisiones de investigación parlamentarias -el caso Prestige o la guerra de Irak- y gobernar aplicando siempre su rodillo de 183 diputados, la abstención catalana fue del 35,99%. En las autonómicas de 1999, la abstención fue del 40,8% y en las municipales del mismo año alcanzó el 44,1%.

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La participación de la ciudad de Barcelona fue ayer del 77, 92%, una cifra 11,7 puntos superior a la registrada en las generales de 2000, y hubo una abstención del 22,79% . Esta ha sido la mayor participación registrada en la ciudad desde las elecciones de 1982, en las que el PSOE tuvo la primera mayoría absoluta. Por distritos, el de Les Corts fue el que más participación registró, con el 77,3%, 6,4 puntos más que en 2000, seguido del distrito de Gràcia, con el 77,1%. La participación más baja correspondió al distrito de Ciutat Vella, en el que sólo el 63,4% de sus habitantes ejercieron el derecho de voto.

En Tarragona, la abstención fue del 24,34%; del 23,38% en Lleida, y del 23,19% en Girona.

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